*La morenista logró vencer a la fórmula priísta que fue relegada al tercer lugar.
De la Redacción
Poco se reflexiona y muchos ni lo perciben, pero el 4 de junio próximo contenderán por la gubernatura dos mujeres que ya fueron adversarias cinco años antes: Defina Gómez Álvarez, de Morena; y Alejandra del Moral Vela, del PRI. Ambas compitieron electoralmente y aparecieron en las boletas en 2018.
Ocurrió esa lucha por la senaduría, y la morenista derrotó ampliamente a la priista, y de paso también contribuyó a vencer al exgobernador César Camacho Quiroz, quien encabezó una de las fórmulas para el Senado, porque el PRI fue relegado al tercer lugar, lo cual explica que ese partido no tenga un senador mexiquense de primera minoría. Y como ni Camacho ni Del Moral fueron postulados como candidatos de lista, ninguno llegó a los escaños.
Ahora la ex secretaria de desarrollo Social, además de ganar el cargo público más importante del Estado podría desquitarse de esa dolorosa derrota, de la que no la salvó ni con todo el respaldo del presidente Enrique Peña Nieto, ni de quien en la práctica fue una especie de vicepresidente, con más poder que el mandatario, Luís Videgaray Caso.
En ese 2018 ocurrió algo inédito en suelo mexiquense: mientras el PRI quedó en tercer lugar y no tuvo derecho a una senaduría de lista, Juan Zepeda, en ese tiempo cuadro del PRD, ganó la senaduría de segundo lugar y la de representación proporcional, pero nada más pudo ocupar una, en cambio, los abanderados priistas perdieron todo. El único beneficiado entonces fue Eruviel Ávila, quien sin hacer campaña ni despeinarse logró acceder al senado y al fuero que eso significa.
