*“Va por el Estado de México”, con mucho descrédito; Morena: desorganizado.
De la redacción
(Primera parte)
La incertidumbre sobre el resultado de la elección de titular del Poder Ejecutivo mexiquense este año seguirá hasta la noche de la jornada de votación, y es que la contienda la ganará la coalición con menos debilidades, que cometa menos errores y cuente con una buena campaña, un mejor programa de trabajo y propuestas de solución a los graves problemas estatales, según un análisis de “El Espectador”.
Debemos esperar para saber si los partidos de la alianza PRI, PAN, PRD y NA son capaces de recuperar credibilidad y confianza de los electores en apenas poco más de 4 meses, porque están sumidos en el descrédito ciudadano, como lo prueban sus resultados del 2021 y 2022 en elecciones para mandatarios estatales: perdieron 16 de los 20 estados que gobernaban, y en los cuales Morena era opositor.
“La misma decisión de unirse a pesar de sus anteriores reales o fingidas diferencias ideológicas, evidencia esa convicción de que por separado serían arrasados por Morena en las urnas, y es un reconocimiento a su debilidad individual”, sostuvo Macario Lozano, columnista de “El Espectador”.
En esa convicción coincidieron otros colaboradores de este medio informativo, entre ellos Leoncio Mata Zárate. Agregaron que la recuperación de espacios de poder municipal y en la Legislatura Local el año pasado por el PRI y el PAN no contará en forma decisiva en junio próximo año cuando esté en juego la gubernatura, porque la lucha por la misma tendrá como determinantes otros factores.
“Por un lado, los actores serán tres partidos con escaso respaldo popular en el país y el Estado, más bien cuatro con Nueva Alianza, y sin resultados tangibles en beneficio de la población; por otro, tenemos una formación partidista escasamente organizada, con una dirigencia ineficaz y probablemente ‘infiltrada’, como lo comprobaron los procesos para elegir diputados locales y ayuntamientos el año pasado, pero con muchos votantes y el fuerte liderazgo político, electoral, social e institucional del presidente López Obrador”, expuso el académico y analista de “El Espectador”.
A las desventajas de “Va por México”, abundó, se agregan el que el gobernador Alfredo del Mazo Maza está mal evaluado por la población, como lo indican las encuestas. Y será el referente en las campañas electorales. Pero también un deseo de cambio, identificado ya en las encuestas levantadas incluso por los opositores a Morena. Además y por si fuera poco, se añade la mala imagen del ex gobernador y ex presidente Enrique Peña Nieto, todavía presente en el Estado y el país, convertido en sinónimo de corrupción, cuyo nombre inevitablemente se asocia al PRI.
“Por el lado opositor en la entidad, los aliados de Morena le aportan pocos votos, pero su mayor debilidad es la ausencia de una sólida organización partidista vertical y horizontal, porque la dirigencia estatal mostró incapacidad o desinterés para construir una verdadera organización política, aun cuando existieron condiciones y mucho dinero para ejecutar esas tareas”, señaló Jorge Iván Frausto Leal, editorialista de “El Espectador” y académico.
“Hay otra fragilidad de Morena: los infiltrados del PAN y el PRI, y quienes dejaron pasar el tiempo sin trabajar en la organización partidista, ni en la afiliación y mucho menos en la formación y capacitación de los cuadros y militancias, traducido en un gran favor al PRI, más el colaboracionismo y protección a la corrupción desde el morenismo en el Poder Legislativo”, recalcó Mata Zárate. (Continuará)