De la redacción
Vista superficialmente, la situación de Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, no pasaría de los anecdótico, en una repetición o especie de Simón Blanco, el del corrido, que “llegó al baile sin que nadie lo invitara”. Así el famoso “Alito” se apersonó a la plenaria de los senadores de su partido sin ser invitado, lo cual molestó al coordinador y ex secretario de Gobernación y ex gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong.
Suspendió la junta de los senadores y expresó su molestia por la imprudencia o prepotencia del exmandatario de Campeche, pero lo grave para el priismo nacional es que lo ocurrido refleja un escalamiento de la división interna, ya profundizada cuando se decidió la candidatura para la gubernatura de Hidalgo.
Con el propósito de imponer a Carolina Viggiano Austria, secretaria general del CEN del PRI y esposa del coordinador de los diputados federales del tricolor y ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, “Alito” recurrió a la maniobra de dejar que el PAN, su aliado consentido, postulara a la abanderada. Así evadió la aplicación de los estatutos, al no organizar un proceso selectivo interno.
Eso irritó a Osorio Chong y al entonces gobernador Omar Fayad, porque aparte de la burda maniobra de que el PAN postulara como su candidata a gobernadora de Hidalgo a la secretaria general del CEN del PRI, la abanderada fue barrida en las urnas, y de ahí viene la división interna, con un grupo de ex dirigentes nacionales que piden la renuncia de Moreno Cárdenas o que no utilice la figura de prórroga de su período, que no existía, pero por una reforma estaturaria impulsada por el propio dirigente, puede mantenerse más tiempo en el cargo partidista.
Con lo ocurrido, Osorio Chong volvió a sostener que “Alito” quiere apoderarse y manejar al PRI como si fuera de su propiedad, sin tomar en cuenta a la militancia, además de que es el dirigente con record en elecciones de gobernadores y gobernadoras perdidas. Perdió 22 en los últimos dos años y la única que ganó fue la que le regaló el PAN en Durango.
La anécdota: Moreno Cárdenas reeditó esa parte del corrido de Simón Blanco y llegó sin que nadie lo invitara. Y con su imprudencia, que Osorio Chong pone como ejemplo de soberbia y prepotencia, “reventó” la plenaria de los senadores del tricolor y profundizó la división interna del priismo nacional, con repercusiones adversas inevitables en la lucha por la gubernatura mexiquense.