*El conflicto del gobierno sirio y el grupo Kataeb Hezbollash, agrava el desastre.
De la redacción
Los sismos del día 6 de este mes, que devastaron zonas urbanas de Turquía y Siria, dejaron a la fecha cerca de 50 mil muertos, heridos, inmuebles convertidos en polvo y decenas de millones de damnificados.
Murieron familias completas y las sobrevivientes enfrentan ahora hambre, sed, frío y carencia de un lugar dóde vivir, ante lo cual la Organización de la Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para donar, con carácter de emergencia al menos 397 millones de dólares para atender las necesidades de sobrevivencia de los damnificados.
De acuerdo con información de la ONU, Turquía sufrió los mayores daños en vida, heridos y destrucción de inmuebles e infraestructura. No obstante, son los damnificados de Siria los que más carencias padecen.La ayuda internacional llega a Turquía, pero el apoyo material en comida, agua, ropa y medicamentos encuentra serias dificultades para ingresar al territorio sirio afectado por los temblores.
Esta complicación se deriva de la persistencia de conflicto del gobierno sirio con el grupo armado Kataeb Hezbollah, apoyado por Iran, al cual bombardeó Estados Unidos todavía hace dos años.Este grupo que combate al gobierno sirio y controla gran parte de la zona noroeste de Siria, frontera con Turquía dañada por los sismos, pero ya padecía daños de una guerra civil, que lleva ya 11 años.
Estados Unidos bombardeó hace un par de años la región donde opera Kataeb Hezbollah, grupo ajeno e independiente de Hezbollah que opera en Líbano. De hecho fue la primera acción bélica del gobierno de Joe Biden. Fue explicada con el argumento de que el grupo armado había atacado a estadounidenses en Iraq, pero su intervención militar ilustra lo que ha ocurrido en esa guerra civil, que ha perjudicado a la población, ahora dañada más por los sismos.
La solidaridad internacional a Siria comenzó a llegar con demora, por las condiciones del conflicto armado interno, con efectos desastrosos para la población civil ajena a la guerra civil, ahora dañada también por los sismos. Dicha situación es tan complicada que si en Turquía hay dificultades no sólo para auxiliar a las víctimas, sino hasta para conocer los números de víctimas fatales, heridos y daños, en Siria hay evaluación de los daños humanos y materiales.