COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
CORRUPCIÓN Y SUS EFECTOS NEFASTOS QUE SE
MULTIPLICAN Y AFECTAN A TODA LA POBLACIÓN
Victorino Barrios Dávalos, titular del Órgano Interno de Control (OIC) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) tocó uno de los problemas que más han dañado a los mexicanos: la corrupción de los gobernantes y funcionarios públicos y la impunidad que obtienen, lo cual alienta este fenómeno corrosivo y profundamente erosionador del bienestar de la sociedad.
El servidor público universitario, uno de los más implacables combatientes contra la corrupción, advirtió sobre la limitación de las pocas acciones que se ejecutan contra los corruptos, al no privilegiar el decomiso de los bienes robados o adquiridos con fondos públicos apropiados en forma delictiva.
Tiene razón, porque cuando un funcionario público traiciona la confianza que depositaron y roba mucho, y lo encarcelan, le resulta barato estar un corto tiempo preso si al final no le confiscan lo que se robó. Esa impunidad de tipo económico daña directamente el patrimonio público y a los gobernados, pero lo más grave es alienta a otros a incurrir en actos de corrupción.
En estos momentos, en la lucha por un nuevo modelo de país y de una nueva forma de usar el poder, con privilegio para los excluidos de siempre, erradicar la corrupción debe ser parte importante de la estrategia general, para que resulte exitosa, se consolide y dure muchas décadas y sea definitiva.
El planteamiento de Barrios Dávalos resulta adicionalmente oportuno, porque el Estado de México tendrá en septiembre nueva o nuevo titular del Poder Ejecutivo, y gane quien gane debe sumarse a la lucha contra la corrupción, para erradicarla, dado sus efectos perniciosos y multiplicadores en perjuicio de la sociedad.
Poco se reflexiona, pero las consecuencias negativas de la corrupción de gobernantes y funcionarios de designación no sólo impactan adversamente las finanzas públicas, sino también se traducen en mala calidad de las obras y servicios públicos, en perjuicio de los destinatarios, porque al recibir “mordida”, los funcionarios descuidan la calidad de las y los mismos. No pueden exigir el cumplimiento de las especificaciones de calidad, porque ya recibieron dinero sucio.
Por eso padecemos carreteras que se deterioran en poco tiempo, calles pavimentadas en las que pronto aparecen baches, y lo mismo ocurre con los bienes y servicios que compran con sobreprecios y muchas veces ni siquiera se entregan completos, porque lo permiten los gobernantes o funcionarios corruptos.
En este escenario, las acciones contra la corrupción y los corruptos, en los términos propuestos por el titular del OIC de la UAEMéx, debe incluir a los empresarios que corrompen y se benefician ilícitamente de la corrupción en el sector público, Y ni siquiera son mencionados como corruptos. También deben ser encarcelados y ser objetos obligados a devolver lo obtenido ilegalmente. Acciones penales así tendrían un poderoso efecto persuasivo.
