MOSTRARON MEDIOS INFORMATIVOS SU RENCOR
A AMLO EN LA PERSONA DE LA MINISTRA ESQUIVEL
MAXIMILIANO CASTILLO R.
Los grandes medios informativos de cobertura nacional destrozaron la honra de la ministra Jasmín Esquivel Mossa. La difamaron con argumentos no comprobados, y sólo dejaron su campaña de mentiras hasta que le cancelaron la posibilidad de ganar la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Los intereses de los dueños de la riqueza del país y de la prensa mintieron. No la querían en esa posición, y en su campaña los dueños del dinero involucraron al rector de la UNAM, Enrique Graue.
No fue gratuita la campaña de ataques a la integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); al contrario, la plutocracia, y específicamente su reducida, pero poderosa facción ultraderechista la financió por tres razones: ajustarle cuentas por haber contribuido a que se declarara constitucional la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que puso fin a privilegios ilegales (hay privilegios legales: el perdón fiscal) de las empresas generadoras de energía eléctrica.
La segunda motivación fue la de impedirle que se convirtiera en presidenta de la SCJN, donde tienen mucha influencia y defensores de sus intereses. El anterior presidente, Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, no pudo erradicar totalmente ese control, y requerían y requieren quién favorezca sus recursos de amparo contra los intereses generales, lo cual hubieran perdido con Esquivel Mossa al frente de la Corte.
Neutralizarla y restarle posibilidades de ser competitiva en la elección de titular de la SCJN de enero, que ganó Norma Piña Hernández, fue otra razón para la campaña de desprestigio. La ultraderecha empresarial buscaba quedar en posibilidades de imponer como relevo de Zaldívar a un ministro que les ayudó mucho en el pasado, cuando encabezó el Sistema de Administración Tributaria (SAT): Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, desde donde les perdonó cientos de miles de millones de pesos de impuestos sobre sus ganancias
Además, les devolvió impuestos pagados (son acciones de naturaleza jurídica distinta, pero también privilegios), y consideraban que al frente del Poder Judicial Federal les volvería a servir y se convertiría en opositor al Poder Ejecutivo de la Federación, otra de sus intenciones..
Neutralizaron con calumnias a Esquivel Mossa, pero no pudieron imponer a Gutiérrez Ortiz Mena. De todos modos, generaron las condiciones para que fuera electa presidenta de la SCJN la ministra Norma Piña Hernández, conservadora, pero no vinculada directamente con los grandes evasores de impuestos federales.
En esta campaña los grandes medios informativos fueron nefastos. Mintieron, calumniaron y no se detuvieron en el daño que hacían a la honra de la ministra. Los que siempre ponen el grito en el cielo reclamando la presunción de inocencia de supuestos poderosos delincuentes de “cuello blanco”, en este caso acusaron, juzgaron y condenaron a Esquivel Mossa sin presentar una prueba sólida de que plagió su tesis. Expresaron de esta forma su rencor a AMLO.
La propia UNAM se prestó a esta campaña, porque determinó el plagio de Esquivel Mossa a la tesis de Edgar Ulises Báez Gutiérrez simplemente porque éste la presentó primero, cuando la presentada antes pudo plagiar a la que se presentó después. Y eso no lo entendió la institución. No dio validez a la carta notarial en la cual Báez Gutiérrez reconoció que uso el contenido de las investigaciones de Esquivel Mossa para su tesis, ni las declaraciones de la directora de tesis, Martha Rodríguez, de que ella proporcionó material de la ahora ministra al alumno. Se trataba de destruid a la ministra. En esto los medios informativos fueron nefastos.
