*Europa aplicó sanciones a Rusia, pero los efectos fueron contraproducentes.
De la redacción
La invasión rusa a Ucrania cumplirá un año el próximo día 24, en una guerra que no se pudo, pero debió evitarse, aunque occidente, con Estados Unidos a la cabeza, no se interesó en ello; al contrario, generó condiciones para la toma de la decisión de las autoridades del país invasor para cruzar la frontera con su vecino.
No hay información precisa y actualizada sobre el número de víctimas fatales, heridos o sobre los daños a la infraestructura de servicios y para el desarrollo. La ONU calculó en 18 mil la cifra de personas fallecidas en la guerra, pero aclaró que pudieran ser muchas más.
Los y las ucranianas que se vieron obligadas a abandonar su país superan los 8 millones, y son 5 millones los desplazados internos, según información del máximo organismo multilateral del mundo.
Una organización especializada en economía de Ucrania estimó los daños materiales en 140 mil millones de dólares, pero todo aumentará, porque las acciones bélicas continúan y Estados Unidos y sus subordinados, los países europeos, en lugar de buscar una solución negociada al conflicto, lo atizan, porque como su población no sufre muertes, ni heridos, ni daños materiales, aprovechan la situación para debilitar económica y diplomáticamente a Rusia.
No hay esfuerzos encaminados a buscar un acuerdo que garantice la salida de tropas rusas de Ucrania y seguridad al territorio ruso. No se evitó la invasión, que pudo hacerse con negociaciones oportunas y eficaces, ni se intentó buscar el fin de la invasión tan pronto se produjo, porque el agravamiento y derramamiento de sangre servía a su geopolítica y geoestrategia correspondiente.
Occidente, con Estados Unidos como el verdadero mando de la OTAN, optó por imponer sanciones económicas, comerciales y financieras a Rusia y dotar de armamento a Ucrania. El apoyo en materia bélico no fue por donación, sino vendido a plazo, por lo que al retirarse Rusia del país invadido, éste quedará destruido, con miles de muertos y heridos, graves daños materiales y endeudado por el armamento que recibe, mientras es utilizado como instrumento de Estados Unidos en su confrontación con Rusia por el reparto del mundo en zonas de influencia de ambas potencias.
Las sanciones a Rusia, especialmente a sus exportaciones de petróleo, gas y alimentos de origen rural, que elevaron costos de producción en Europa y causaron insuficiencia de alimentos, traducida en alza de precios e inflación, con impacto devastador en las tarifas del servicio de energía eléctrica a los hogares, no lograron su objetivo de debilitarla.
Rusia invadió a Ucrania porque Zelensky solicitó el ingreso de su país a la OTAN, que de haberse concretado antes de la guerra, hubiera permitido a Estados Unidos emplazar armamento nuclear en la frontera ucraniana-rusa. Si ese riesgo desaparece por un acuerdo, la invasión terminaría en poco tiempo, pero no se busca esta salida.