*Reformas con dedicatoria permitieron a Maurilio Hdz. mantenerse al frente de la Jucopo 6 meses más de lo debido.
De la redacción
PRI y PAN habían acordado contra disposiciones legales, que Enrique Vargas del Vallar, coordinador de los diputados locales mexiquenses panistas, encabezara la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) a partir de los primeros días de este mes, en relevó del legislador morenistas Maurilio Hernández González.
El pacto se difundió porque los representantes populares locales del PAN denunciaron que el PRI está incumpliendo el acuerdo, que formó parte de la alianza PRI-PAN-PRD, y quiere que el líder de los diputados locales priistas mexiquenses, Elías Rescala, presida la JUCOPO. Los panistas exigieron se cumpla el compromiso.
El problema consiste en que ese acuerdo fue contrario a la legislación interna del Poder Ejecutivo, la cual establece que si un partido obtiene la mayoría del Congreso Local, encabezará la JUCOPO durante todo el trienio legislativo, como ocurrió con Morena en la anterior legislatura.
De no ser así, el partido con la mayor bancada debía presidir el primer año ese órgano colegiado. Como Morena logró el mayor número de diputaciones, Maurilio Hernández encabezó el primer año a la JUCOPO. Debió entregar el cargo en septiembre del año pasado, pero por motivos inexplicables, por unanimidad se modificó la norma para que el morenista siguiera como presidente de la Junta, período que terminó ya en este mes.
La legislación doméstica ordena que el partido con la segunda mayor bancada asuma la presidencia de JUCOPO. En este caso es el PRI quien tiene el segundo grupo legislativo más numeroso, pero por encima de la norma que sus propios diputados aprobaron, PRI y PAN convinieron que fuera Vargas del Villar ese importante órgano del Poder Legislativo.
Y con base en el acuerdo firmado al margen de la ley, los panistas exigen que el PRI ceda su turno en la presidencia de la JUCOPO, para que la encabece Vargas de Villar. A más tardar el martes debe resolverse el caso, y sabremos si violaron la ley con un simple acuerdo bipartidista. Maurilio Hernández, en forma extraña ocupó la relevante posición seis meses más de lo previsto inicialmente, pero para ello le reformaron la norma; es decir, si hubo acuerdo, no se violó la ley, porque la modificaron a marcha forzada y con dedicatoria, algo que no logró Bonilla en Baja California como gobernador y que rechazó hacer Zaldívar en la SCJN. En ambos casos se consideró inconstitucional un cambio de esta naturaleza, pero aquí en Edoméx, nadie protestó.
