*El trabajador fue detenido mientras robaba luminarias en una colonia céntrica de la capital mexiquense.
De la redacción
En pocos días el dirigente municipal del SUTEYM en Toluca, Juan Gabriel Garduño López, pasó de héroe rebelde a pedir disculpas a la parte empleadora por la defensa que hizo de un trabajador del ayuntamiento en la puerta del edificio sede del ayuntamiento. Junto con otros trabajadores de la comuna, enfrentó a un grupo de policías para impedir que un miembro del Sindicato fuera detenido por policías municipales, y exigió su liberación ante lo que -acusó- era un atropello.
El dirigente suteymista de los trabajadores de la comuna ingresó después al Palacio Municipal, mientras sus compañeros tenían bloqueada la Avenida Independencia, frente al Palacio Municipal, y lanzaban consignas contra los uniformados. No se sabe con quién o quiénes se entrevistó Garduño López, pero cuando salió del inmueble fue recibido como héroe.
Sus representados, que integraban un grupo de unos cien, lo ovacionaron, corearon su nombre, le brindaron su respaldo y él se comprometió a no permitir “ningún atropello”, y les dijo a sus compañeros que si no les tuvo miedo a los policías, menos le iba a temer a los responsables de las áreas de la administración municipal y advirtió que no permitiría arbitrariedades que perjudicarán a los sindicalizados. Sus palabras eran aplaudidas por los empleados municipales. Muchas y muchos de sus representados se tomaron fotos con Garduño López; le manifestaron su respaldo y reconocieron su valentía.
Horas más tarde el ayuntamiento informó oficialmente que el detenido fue presentado ante el ministerio público, en la sede de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), por haber sido sorprendido cuando se dedicaba a robarse lámparas del alumbrado público en la colonia Universidad, para lo cual utilizaba una escalera y se transportaba en un vehículo.
Eso fue a principios del mes y luego ya nada se informó del caso, hasta que la semana pasada Garduño López se disculpó públicamente con el alcalde Raymundo Martínez Carbajal por lo ocurrido. Su valentía desapareció, y hasta buscó algo que agradecerle al gobernante, optó hacerlo por que el edil esté pagando puntualmente las quincenas a los trabajadores, como si no fuera esa su obligación y se tratara de una cortesía.
