*Como mercancía, en botellas de 330 ml el metro cúbico cuesta 15 mil pesos.
De la redacción
La Ley de Aguas Nacionales cumplió 31 años de expedida, la impulsó Carlos Salinas de Gortari para convertir el agua en mercancía y abrir su explotación y comercialización a la iniciativa privada: y aprovechó al máximo las facilidades para obtener ganancias descomunales.
El tema lo retomará la bancada senatorial de Morena en el actual período ordinario, pero también lo hará con 4 años de retraso, pues no lo atendió en ese tiempo, a pesar de los reclamos de organizaciones civiles y usuarios del agua, especialmente de la potable, convertida los últimos 36 años, pero más en cuanto va deeste siglo, en un lucrativo negocio, no como servicio o derecho básico.
Como en las páginas de “El Espectador” se ha difundido desde hace años, el negocio del agua potable lo detonó la reaparición del cólera en México, llegado desde Colombia inexplicablemente por el sur mexiquense.
La población entró en pánico, y el segmento de escasos ingresos comenzó a hervir el vital líquido para consumirlo, pero el de posibilidades económicas incrementó en forma excesiva la compra de agua embotellada, incluyendo la distribuida en botellas de poca capacidad, que se encareció con el tiempo, como toda mercancía.
En estos momento adquirir directamente en el camión un paquete de 24 botellas de 330 mililitros cuesta 130 pesos; es decir, como a 5.15 pesos la unidad o 15.45 pesos el litro; es decir, en 15 mil 450 pesos el metro cúbico de agua potable, comprado en esta presentación.
La norma que regula todo lo concerniente al gua data de 1992, cuando Carlos Salinas de Gortari impulsaba en forma desaforada el neoliberalismo, y un cambio constitucional obligó a legislar para adecuar la normatividad a las nuevas condiciones económicas, sociales y ambientales.
El Senado de la República debió expedir la nueva Ley en el 2013, pero no lo hizo, y siguió vigente la salinista de 1992, que en los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto otorgaron concesiones para explotar aguas subterráneas hasta instituciones bancarias de amigos de los poderosos de cada momento.
CitiBanamex tiene concesión para aprovechar aguas en la región de Valle de Bravo, porque la legislación vigente lo permite, aunque extraer agua y comercializarla no es el objeto social de esa empresa.
La bancada de Morena en el Senado de la República anunció que ahora sí impulsará la Ley General de Aguas, para privilegiar el consumo humano, con un enfoque contrario al que le dio el neoliberalismo. El tema iba a discutirse en 2022, pero inexplicablemente el dictamen, que englobaba 5 iniciativas, estuvo en la congeladora.