COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
CARLOS PAYÁN, OCULTAN SU PAPEL PROTAGÓNICO
QUE TUVO EN LA FUNDACIÓN DE “UNOMÁSUNO”
Mucho reconocimiento a sus múltiples facetas tuvo el periodista Carlos Payán Velver, entre los cuales destaca la Medalla “Belisario Domínguez”, en 2018, la mayor distinción que otorga el Senado de la República. En especial se destaca su papel como fundador y director general de “La Jornada”, de 1984 a 1996.
De igual manera se exalta su condición de impulsor de la cultura y defensor de los derechos humanos y otras causas populares, y su militancia siempre en la izquierda, a la que se incorporó en 1958, cuando ingresó al Partido Comunista Mexicano (PCM), entonces sin registro oficial y casi clandestino, víctima de la represión en esas épocas de la “Guerra Fría”, iniciada tan pronto como terminó la Segunda Guerra Mundial.
La circunstancia de que “La Jornada” fuera producto de la división del grupo que fundó o después se incorporó a “UNOMÁSUNO”, del cual una parte se quedó en este diario que dirigía Manuel Becerra Acosta y la otra dio vida al único diario de circulación nacional que en estos momentos no es opositor al presidente, ocasiona que de la trayectoria de Payán Velver se oculte su papel protagónico en la aparición de el segundo matutino mencionado.
En un afán un tanto faccioso, inexplicable, porque del grupo original de periodistas que dejaron “UNOMÁSUNO” y fundaron “La Jornada” ya quedan muy pocos. Casi todos los que redactan las notas sobre el fallecimiento de Carlos Payán Velver no vivieron los problemas internos en el diario que fundó Becerra Acosta.
Ocultar o desconocer el importante papel del fundador y primer director general de “La Jornada” en la aparición de “UNOMÁSUNO”, el 14 de noviembre de 1977, le resta méritos a Payán Velver. Los desacuerdos que ocurrieron y que motivaron la salida de quienes fundaron “La Jornada” y la posterior declinación hasta llegar a la irrelevancia de aquel diario no borran el hecho de que ese medio informativo partió en dos la historia del periodismo nacional de la segunda mitad del siglo pasado.
Por primera vez en el diarismo mexicano un cotidiano de altísima calidad se desentendió del poder público como centro de sus esfuerzos y política editorial y analítica, para privilegiar a sus lectores. Eso no había ocurrido en el país, ni siquiera en la mejor época de “Excelsior” cuando lo dirigía Julio Scherer García, porque aun cuando fue y por mucho el mejor periódico de México y uno de los mejores en español del mundo, no privilegiaba los intereses del lecto común, como sí lo hizo el fundado por Becerra Acosta.
Carlos Payán fue de los principales fundadores de “UNOMÁSUNO” y su primer subdirector general, que coordinaba a los subdirectores Miguel Ángel Granados Chapa, Carmen Lira Saade y Héctor Aguilar Camín. Es decir, le correspondió el mérito de contribuir a la fundación de un diario que partió en dos la forma de hacer periodismo en México en la segunda mitad del siglo pasado. No sería exagerado decir que sin “UNOMÁSUNO” no hubiera existido “La Jornada”, como sin “Excelsior” no hubiera existido “Proceso”.
Por eso es injusto que en la trayectoria periodística de Payán Velver se oculte lo que aportó al diario que dirigió Becerra Acosta, y mejor se comente su colaboración con “El Machete”, el órgano de difusión del PCM; es decir, sus actividades periodísticas de hace más de 60 años. ¡Descanse en paz, Carlos Payán Velver!