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El_Espectador_13_Octubre_2014_N470
El Espectador
Portada
PERDIÓ EL SUELO AGRÍCOLA DEL
ESTADO POTENCIAL PRODUCTIVO
La superficie cultivable del Estado de México ha perdido y sigue perdiendo potencial productivo. Se ha empobrecido al perder componentes minerales, reveló el científico Edgar Quero Gutiérrez.
Con título de doctor en ciencias e investigador de los aspectos de la producción rural, especialmente de maíz, el también miembro del Colegio de Michoacán ha estudiado las áreas de siembra del Estado de México, y se encontró este fenómeno.
El suelo agrícola mexiquense ha perdido hierro, zinc, calcio, pero fundamentalmente silicio, elementos fundamentales para la productividad del campo, destacó el científico al participar en un foro sobre la defensa del maíz y contra el grano transgénico…
PONDRÁN POSTULAR PARTIDOS MÁS
DE 33 MIL CANDIDATOS EN EL ESTADO
El martes pasado arrancó oficialmente el proceso comicial local mexiquense para elegir miembros de los 125 ayuntamientos y 75 diputados locales de mayoría y representación proporcional. Simultáneamente inició también la lucha electoral por 500 diputaciones federales, 300 de mayoría y 200, plurinominales.
En teoría, los 10 partidos podrían postular aquí hasta 33 mil 220 candidatos a diputados locales, alcaldes, síndicos y regidores, entre propietarios y suplentes, en una contienda interpartidista histórica por muchas razones.
Por primera vez competirán las organizaciones políticas de reciente registro MORENA, Partido Humanista y Encuentro Social, para sumar 10 en la entidad. Y por primera vez también las formaciones partidistas quedaron obligadas a postular como candidatos a 50 por ciento de mujeres y 50 por ciento de hombres…
Editorial
GRAVES PROBLEMAS LA PÉRDIDA Y
EL EMPOBRECIMIENTO DEL SUELO
Como si el Estado de México no tuviera muchos, variados, grandes y complejos problemas, enfrenta otro, no visible a simple vista, pero igualmente grave: el empobrecimiento de sus tierras de cultivo, cuya consecuencia directa es el bajo rendimiento promedio por hectárea, de acuerdo con la información proporcionada a este semanario por un científico con muchos años en el estudio de la materia.
La entidad mexiquense perdió desde hace años su condición de primera productora de maíz. Es conocida su principal causa: la reducción de la superficie cultivable por el cambio de uso de suelo de agrícola a habitacional, con lo cual adicionalmente se afectaron las zonas de recargas de acuíferos, al pavimentar las áreas de siembras de alta fertilidad e impedir con ello la penetración del agua pluvial al subsuelo.
No obstante, poco se sabía de este problema de la pérdida de diversos minerales en las extensiones destinadas a la producción de maíz, lo cual redundó en una sensible baja de la productividad y volumen de la cosecha maicera, en una época en que el país adquiere en el extranjero cerca del 40 por ciento de los alimentos de origen rural que consume, una creciente dependencia de la producción foránea…
COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
RIESGOSA TOLERANCIA A VIOLACIÓN DE D. HUMANOS
Las autoridades federales, estatales y municipales, por obligación constitucional, pero también para evitar graves problemas colaterales en el ánimo social, están obligadas a erradicar la inseguridad pública, a restablecer las condiciones necesarias para la tranquilidad, seguridad y paz de los mexicanos, severamente erosionadas.
A pesar de la reducción del número de los delitos de alto impacto, anunciada por el gobierno de la República, las decenas de millones de núcleos familiares del país viven en permanente zozobra, como bien lo saben los padres de familia cuando sus hijos solteros salen en las noches a divertirse y demoran en regresar.
Padecen angustia también las madres de familia cuando sus hijas trabajan o estudian en las noches y no retornan a la hora acostumbrada, pero nada se compara cuando a estas circunstancias se añade la experiencia familiar previa de uno de sus integrantes asaltado o, peor aún, secuestrado.
Esta situación no debe continuar. Las instituciones no pueden seguir siendo ineficaces para restablecer las condiciones de seguridad existentes hasta hace unos 15 años. La población está desesperada por la indefensión en que se encuentran y, más, por creer en la complicidad y protección de los cuerpos policíacos a los grupos delictivos.
La preocupación por la inseguridad pública está generando un riesgoso ánimo social, tolerante a la violación de los derechos humanos por parte de quienes combaten a la delincuencia organizada. Y esta tolerancia puede extenderse, si no se restaura la seguridad en las calles, en el transporte, en las casas, en los lugares de trabajo, estudio, recreación y diversión. Debe preocupar esta disposición a cambiar el estado de derecho por la seguridad.
Las instituciones no pueden permitir el actual estado de cosas en esta materia. Lo peor que podría pasarle al país es que esa fuera la disyuntiva. Necesitamos seguridad y estado de derecho, respeto y fortalecimiento de las garantías fundamentales de las personas.
Lo ocurrido en Tlatlaya, donde un grupo de soldados perpetró una verdadera masacre y violentó el estado de derecho es muy sintomático. Hemos recibido muchas opiniones en el sentido de que esa acción y sus resultados fueron convenientes. Y esas expresiones fueron más contundentes en quienes viven en el sur y han sido afectados por los grupos delictivos.
Parten del principio, entendible en quienes han sufrido agravios de la delincuencia organizada, pero erróneo y riesgoso, del ojo por ojo y diente por diente, y de que si los militares no tuvieron compasión por los presuntos malhechores, éstos nunca la tuvieron, ni la tendrían contra sus víctimas.
Es explicable esta posición, pero no justificable, y mucho menos conviene socialmente. Las instituciones no pueden combatir el delito cometiendo otros delitos en su actuación. Las autoridades deben ser eficaces en el cumplimiento de su obligación de procurarnos seguridad a nuestras personas y bienes, con acciones apegadas a derecho.
Resultaría desastroso y altamente pernicioso que sólo con la violación a los derechos humanos se pudiera abatir la inseguridad pública, y lo sería también que una amplia franja de la sociedad mexicana no sólo lo tolerara, sino que lo considerara necesario, útil y positivo, precisamente, por la ineficacia de los cuerpos de seguridad. Debemos exigir eficacia institucional, con apego a la ley.
Interiores
Perdidas 8.5 millones de hectáreas boscosas en los últimos 24 años en México Pg. 3
Sorda pugna por el país es la que sostienen cúpulas de los dueños del dinero Pg. 4
Riesgosa incursión de la delincuencia organizada contra la protesta social Pg. 5