*El coordinador de los senadores de Morena hizo suyas propuestas opositoras.
De la redacción
Senadores morenistas desbarataron una maniobra de su coordinador, el exgobernador de Zacatecas, senador Ricardo Monreal Ávila, presidente también de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) de la Cámara Alta del Congreso de la Unión. Buscaba sacar provecho político, al interior de Morena, de la tragedia de los migrantes fallecidos en Ciudad Juárez, el 27 del pasado mes.
Cuando se debatía en el pleno del Senado de la República un punto de acuerdo para exhortar a los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon; y al titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño a que mejoraran el trato a los migrantes extranjeros, además de demandar de la Fiscalía General de la República (FGR) esclarecer la muerte y heridas a decenas de migrantes, la oposición propuso citar a comparecer a los dos citados secretarios.
En esa sesión del 29 de marzo, que duró cerca de 7 horas y media, la senadora priista Beatriz Paredes Rangel, exgobernador de Tlaxcala y confesa aspirante a la candidatura presidencial de la alianza “Va por México”, propuso agregar al punto de acuerdo el citatorio para que comparecieran ante el pleno senatorial los dos miembros del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.
López Hernández y Ebrard Casaubon tienen mucho interés en ganar la candidatura de Morena para la titularidad del Poder Ejecutivo Federal en el 2024, como lo tiene el propio zacatecano, por lo que de inmediato hizo suya la iniciativa de la senadora del PRI y propuso agregarla al punto de acuerdo.
En el debate de esa tarde los senadores de oposición fueron rabiosos en sus críticas al gobierno del presidente López Obrador, a Morena y la cuarta transformación. Llegaron al extremo de calificar la muerte de los migrantes de “crimen de Estado”; es decir, algo planeado y ejecutado por el aparato del Estado Mexicano.
La legisladora panista Kenia López Barradán exigió la renuncia de los secretarios de Gobernación y Relaciones Exteriores y del responsable del INM y calificó de asesino al mandatario López Obrador.
Monreal, un gran político al que pierde su descomunal ambición de poder, sabía que el trato que López Rabadán, Lily Téllez, Emilio Álvarez Icaza y otros furibundos enemigos de la cuarta transformación darían a sus adversarios internos sería feroz, por lo que aprovechó la propuesta de Paredes Rangel para sumarse a la petición de que comparecieran al pleno para ser interrogados sobre la tragedia de los migrantes. No obstante, el punto de acuerdo con esa demanda no fue aprobado. La mayoría de los senadores morenistas votaron en contra, con lo que frustraron la maniobra.