CUANDO DELFINA SE ADUEÑÓ DE SITIO
ANTES EXCUSIVO PARA EL OFICIALISMO
Macario Lozano R
Teatro Morelos lleno. El recinto que antes sólo se prestaba o rentaba para actos del oficialismo, como los informes de gobernadores, el lunes 3 de este mes se lo apropiaron Morena, PT y PVEM y su candidata a mandataria estatal, Delfina Gómez Álvarez. Fue en realidad su segundo acto de campaña, el inicial se llevó a cabo en Texcoco, la tierra de la candidata, en los primeros minutos de la fecha fijada por la convocatoria del IEEM para el inicio de las campañas.
Confiada y arropada por sus seguidores, Delfina aprovechó el gigantesco foro en el corazón de la capital mexiquense para presentar un diagnóstico de los muchos, graves y complejos problemas que afectan a los 17 millones de habitantes del estado.
Mencionó temas como la inseguridad pública, la pobreza, el deficiente transporte público, la corrupción, el estancamiento de la economía, la falta de agua y su crisis que se profundizará si no se atiende a tiempo y con eficacia, los daños ambientales, la violencia contra las mujeres y el abandono de la población por los gobernadores del PRI en casi un siglo.
Para cada problema presentó puntos planes y acciones para resolverlos y ratificó lo que al principio de su precampaña le dijo a “El Espectador”: si gana la elección tendrá un gabinete paritario de mujeres y hombres, cero tolerancia a la corrupción y pondrá el gobierno al servicio del pueblo, sin desatender a los sectores económicos.
Su condición de candidata opositora le permitió una gran libertad de crítica a las autoridades estatales, ahí en el recinto, donde antes sólo se escuchaban elogios, aplausos y se hacían reverencias para los gobernadores que cada año exponía un panorama estatal color de rosa.
Esa misma libertad la tuvieron y aprovecharon los dirigentes de los partidos que la apoyan: Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de Morena; Óscar González Yáñez, del PT mexiquense; y José Alberto Couttolenc Buentello del PVEM para criticar al actual y anteriores mandatarios estatales. El último fue particularmente severo en sus críticas al gobernador Alfredo del Mazo Maza, a quien apoyó hace 6 años, pero ahora admite que se equivocó. Todos coincidieron en que el Estado tiene muchos problemas, pero entrará a una nueva etapa de bienestar para todos.
También adelantaron su confianza en el triunfo de su candidata, porque, sostuvieron, el pueblo del Estado de México ya se cansó del PRI y desea un cambio de partido y ve en Delfina Gómez Álvarez esa posibilidad. La concurrencia mostró entusiasmo, y no se diga cuando se mencionaba al presidente Andrés Manuel López Obrador.
La convocatoria al evento no sólo tuvo eco en los cuadros y militantes de Morena, PT y PVEM, sino también en los medios informativos, desde los convencionales y serios, diarios y semanarios impresos, de noticieros de televisión y radio, sino particularmente de los de formato digital, muchos de los cuales carecen de seguidores y tienen apenas meses de fundados, pero se interesan en cubrir la campaña. Rebasaron la capacidad organizativa de los encargados de prensa de la campaña. Los 70 lugares apartados fueron insuficientes y los que no alcanzaron a entrar casi se amotinan, solo unos pocos se retiraron resignados a perderse la oportunidad de estar cerca de la candidata o de los miembros de su equipo.
Quienes sí abandonaron los alrededores del Teatro Morelos y muy decepcionados fueron los vendedores de alimentos típicos. “Estuvieron tristes las ventas. No trajeron dinero para comprar huaraches”, comentó uno de ellos.