COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R
NO ES LO MEJOR LA JUDICIALIZACIÓN DEL PROCESO PARA
ELEGIR GEBERNADORA, PERO SERÍA PEOR LA VIOLENCIA
Gane quien gane la gubernatura el 4 de junio próximo el actual proceso electoral será el más judicializado de la historia. Las quejas ante las autoridades administrativas y jurisdiccionales de la materia superan las 180, más las que se acumulen en lo que falta de las campañas, puesto que apenas van 16 días de trabajos proselitistas y serán 59.
Algunos analistas consideran que ese excesivo número de quejas y denuncias son pruebas claras de que la lucha por la gubernatura no se apega a las normas de la democracia. Pueden tener parcialmente la razón; sobre todo, porque la mayoría de los recursos de inconformidad presentados serán desechados o ya fueron desechados por improcedentes, lo que refleja el propósito de su presentación por los protagonistas de la lucha de afectar a los adversarios.
Es claro que una contienda apegada estrictamente a las leyes electorales y comportamiento democrático de los actores no requeriría de denuncias, porque no habría actos contrarios a esas normas, o en todo caso, serían un número mucho menor a las que estamos presenciando, por lo que debemos entender que quejas y denuncias pueden o no tener razón, pero que son válidas, independientemente de los fines que persigan con ellas los que las presentan.
Dentro de lo negativo de esta situación que estamos presenciando está lo muy positivo de que con razón o sin razón, los protagonistas que se sienten afectados por la contraparte están llevando sus quejas y denuncias por las vías legales, creadas, precisamente, para dirimir civilizadamente los problemas que se presentan en los procesos electorales. Se aprobaron porque quejas y denuncias, válidas o como recursos propagandísticos con fines de ventaja electoral, pueden darse.
De la misma forma, fueron constituidas las instituciones públicas especializadas en la atención y solución a este tipo de recursos de los partidos protagonistas de las luchas electorales y ciudadanos en general, que se sientan perjudicados por acciones de los rivales; es decir, autoridades administrativas y jurisdiccionales, como lo están haciendo las dos coaliciones que se disputan el principal cargo público del Estado de México, cuya fase clave y definitoria será la del 4 de junio: la jornada de votación.
Debemos considerar positivo que tanto los partidos de la coalición “Juntos haremos historia en el Estado de México”, integrada por Morena, PT y PVEM, cuya abanderada para la gubernatura es Delfina Gómez Álvarez, como las organizaciones políticas que forman la alianza “Va por el Estado de México”, que apoya a la candidata Alejandra del Moral Vela, no están recurriendo a la violencia y están optando por las vías legales y ante las autoridades constituidas para atender el tipo de problemas que denuncian.
Es deseable que en lo que falta de la fase de campañas electorales no se presenten irregularidades o anomalías que puedan considerarse delitos o violaciones a la legislación de la materia, para que cesen las denuncias, porque eso sería prueba de la civilidad y comportamiento democrático de los protagonistas de la lucha comicial, que tanta falta hacen en la lucha por el poder aquí y en todas partes.
No obstante, en caso de no corregir, lo importante es que los presuntos agravios electorales se diriman por las vías legales y ante las instituciones especializadas en la materia. Lo malo y reprobable sería que recurrieran a las vías de hechos; es decir, a las agresiones físicas y violencia política. Eso es lo que debe buscarse y a lo que deben apostar los que están luchando por la gubernatura.