*Intelectual íntegro, riguroso, independiente, defensor de las mejores causas.
De la redacción
El mundo del pensamiento crítico, de la academia, la investigación, las ciencias sociales, la cultura y las causas populares del país y de América Latina sufrió una dolorosa pérdida con el fallecimiento del historiador y sociólogo Pablo González Casanova y del Valle, ex rector de la UNAM y fundador de instituciones académicas y de investigación.
Oriundo del Estado de México, donde nació el 11 de febrero de 1922, su trayectoria como científico social fue talla internacional y su formación profesional, vertiginosa y brillante, contraria a lo que su padre, del mismo nombre, temía: no le veía cualidades para el estudio y hasta pensó que mejor fuera ebanista, según narra el periodista Luis Hernández Navarro.
No pudo prever que con el tiempo se convertiría en el intelectual más completo del país: altamente calificado como científico social, generador de pensamiento crítico, estudioso y aportador fundamental a conocimiento de la formación de las estructuras del poder y autor de la obra más importante de la segunda mitad del siglo pasado sobre de la democracia, precisamente, “La democracia en México”, fuente en que abrevaron y sigue siendo libro de consulta para especialistas y público en general.
Se graduó como abogado en la antigua Escuela de Jurisprudencia, ahora Facultad de Derecho de la UNAM, cuando funcionaba en el Centro Histórico de la capital del país. Luego obtuvo la maestría en ciencias históricas en el Colegio de México y el doctorado en sociología en la Sorbona, en París, donde a los 28 años se graduó con mención honorífica.
La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales vivió su época de esplendor cuando la dirigió González Casanova y la UNAM inició una etapa de renovación e innovación institucional cuando él fue rector. Creó el Colegio de Ciencias y Humanidades, con sus famosos planteles conocidos por sus siglas de CCH, dispersos por la Ciudad de México.
Fue pionero en la modalidad de Sistema de Universidad Abierta (SUA), vertiente educativa que casi se generalizó durante la pandemia en todo el mundo y que en México incluyó todos los niveles de la educación y a sus sectores públicos y privados.
Pablo González Casanova respondió cabalmente a la definición universal del perfil del verdadero intelectual: científico social altamente calificado, generador de pensamiento crítico, creador de instituciones académicas y de investigación, independiente, ajeno a la voracidad de fama, poder, cacicazgo y dinero (que caracterizan a Enrique Krauze y a Héctor Aguilar Camín) y defensor de las mejores causas del país.
Fue clara su defensa de los pueblos originarios, lo importante de su obra escrita, su militancia crítica en la izquierda, y su reconocida generosidad como académico, que sin cobrar impartía cátedra y compartía sus conocimientos en escuelas para trabajadores. Sus reconocimientos en el país y el extranjero fueron tantos que no alcanzaría este espacio para reseñarlos. Así de grande fue la dimensión y aportes de González Casanova al país. Fue de esos personajes a los que se les agrede haber vivido. ¡Descanse en paz!