*Las mujeres asesinadas superaron el número de “las muertas de Juárez”.
De la redacción
El Estado de Chihuahua, no Michoacán, fue donde el presidente Felipe Calderón empezó la guerra al narcotráfico, y resultó la entidad más dañada por los efectos contraproducentes de esa guerra.
Ciudad Juárez, urbe que fue noticia reciente por la tragedia de los migrantes fallecidos en el incendio de un albergue, llegó a colocarse como la ciudad más violenta del mundo en 2010, resultado de ese combate mal planeado y peor ejecutado a los delincuentes, en el cual Genaro García Luna tuvo un papel protagónico.
Los datos estadísticos del INEGI, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) e investigaciones del Colegio de la Frontera Norte, aun en su frialdad, ilustran el infierno y las consecuencias de la lucha contra la delincuencia organizada en el número de muertes violentas intencionales en esa entidad fronteriza, especialmente entre 2008 y 2010.
Para entender mejor la dimensión del error que ensangrentó a Chihuahua, es necesario recordar que la lucha contra la delincuencia organizada fue para pacificar al estado más grande del país. En lugar de eso, los homicidios pasaron de 518 en el 2007 a 6 mil 421 en el 2010, el aumento resultó peor en Ciudad Juárez: pasó de 192 muertes violentas intencionales en 2007, a 3 mil 766 en el 2010, cuando se suponía que debían bajar pues esa era la meta del “Operativo Conjunto Chihuahua” puesto en marcha por el presidente Felipe Calderón Hinojosa en su guerra contra los carteles del narco, de la que García Luna era el principal responsable.
En ese tiempo era gobernador de Chihuahua el panista José Reyes Baeza Terraza, compañero de partido de Calderón Hinojosa. La estrategia de combate a la criminalidad tenía el objetivo expreso de reducir la violencia y pacificar al país, pero al igual que en el resto del territorio nacional, en esa entidad fronteriza ocurrió todo lo contrario, como lo prueba el espeluznante aumento de homicidios intencionales, de 518 en 2007 pasaron a 6 mil 421 en el 2010; es decir, un aumento superior al mil ciento veinte por ciento en los casos.
MUJERES, AGRAVIADAS
Las muertes violentas intencionales de esos tiempos le dieron triste fama específica a Ciudad Juárez, inclusive a las víctimas se les llamó “las muertas de Juárez”. Entonces no estaba tipificado el delito de feminicidio y todas se calificaban como homicidios dolosos de mujeres.
Con el “Operativo Conjunto Chihuahua” de Felipe Calderón y Genaro García Luna los feminicidios, como se tipifican ahora, pasaron de sólo 19 en 2007 a 401 en el 2010. Estos datos estadísticos prueban o recuerdan que Chihuahua y Ciudad Juárez, no Michoacán, Baja California, Jalisco, Guerrero o Tamaulipas fueron los más dañados por la guerra de Calderón al narcotráfico.