IMPORTA QUE APLIQUEN LA
LEY CON RIGOR EN CASILLAS
TAREA DE DIRECTIVAS DE CASILLAS SERÁ
AHORA MÁS TRASCEDENTAL QUE NUNCA
En la jornada de votación del 4 de junio próximo, cuando se elija a la primera gobernadora en la historia del Estado de México, un ejército ciudadano cercano a las 82 mil personas se encargará de entregarle la boleta a cada votante, verificar que esté inscrito en la lista nominal de electores, y después perforar la credencial en señal de que se utilizó la papeleta y colocarle tinta indeleble en un dedo, para evitar que en forma fraudulenta sufrague en dos o más ocasiones.
Este numeroso grupo de ciudadanas y ciudadanos cumplirá su tarea sólo el día de la jornada de votación y lo hará en forma anónima. No serán protagonistas visibles de la disputa en las urnas, pero de su eficacia, eficiencia, rigor y oportunidad en la aplicación de la legislación electoral dependerá la calidad de la contienda, lo cual poco se comenta y menos se valora con justicia.
Para dar una idea de la titánica labor que desarrollarán basta recordar que los votantes mexiquenses superan a los juntos de las seis entidades federativas que el año pasado eligieron titulares de sus poderes ejecutivos; tarea, por cierto, cumplida con apego a la legalidad, por lo cual no se registraron conflictos poselectorales graves en ninguna de esas seis demarcaciones estatales.
Como lo sostiene el experto entrevistado por “El Espectador”, cuyo apunte es la nota principal de portada, los efectos de la actuación de los funcionarios de casillas dependerá que la elección sea democrática, transparente, el resultado sea aceptado por los protagonistas y la sociedad mexiquense.
La relevancia de la actuación de las directivas de las casillas es tanta que de su apego estricto a la legislación comicial dependerá la estabilidad institucional y gobernabilidad del Estado de México, porque si por falta de capacitación o por parcialidad en beneficio de una de las coaliciones incurren en irregularidades, darán lugar a un conflicto poselectoral sin presente en suelo mexiquense.
No tendrán excusa para fallar, porque fueron productos del método de insaculación y se les capacitó con la debida antelación. El reto para las autoridades electorales administrativas será más bien el convencer a ese ejército de funcionarias y funcionarios de casillas a presentarse a los sitios de votación y cumplir con sus relevantes funciones desde el anonimato.
De no presentarse a las casillas pueden ser relevados por los suplentes, que también fueron insaculados y capacitados, pero el problema consiste en que si no acuden los propietarios, menos lo hacen los suplentes, por lo que en estos casos la norma aplicable ordena que las primeras personas de la fila, que esperan la apertura de las urnas para votar, sean quienes desempeñen funciones de directivas.
Es decir, que se conviertan en funcionarias y funcionarios de casillas, con el riesgo y desventaja implícitos de la improvisación. Y el porcentaje de integrantes de directivas de sitios de votación que en promedio no se presenta a desempeñar sus funciones es 200 por ciento mayor que el promedio nacional. Eso debe evitarlo ahora el IEEM, mediante el convencimiento de la importancia de sus funciones.