COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
LA OPOSICIÓN A AMLO, Y A LA 4T, ALEJADA
DE LA REALIDAD Y PERCEPCIÓN DEL PUEBLO
A poco más de un año y 4 meses de finalizar el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la disputa por el poder, por el modelo de país y por la finalidad y al servicio de qué sector o sectores de la comunidad nacional se ejerce ese poder, la oposición de derecha, en la cual ahora se encuadran el PRI y el PRD, vive en un mundo irreal.
Su discurso y lemas de lucha evidencian claramente que está divorciada del sentimiento y percepción social sobre el gobierno del mandatario, de Morena y los objetivos de la cuarta transformación. Da por hecho que su visión reprobatoria de los planes, programas y acciones del presidente de la República es compartida por la abrumadora mayoría de los mexicanos. Y no es así.
Esta deficiencia en la percepción de la realidad y la lucha se advierte igualmente en los grandes medios informativos, que hablan de una destrucción del país, de un embate contra la democracia, las libertades y el inicio del establecimiento de una dictadura, del abandono del pueblo y de un odio presidencial a las instituciones.
Eso es irreal. Nunca como ahora los poderes Legislativo y Judicial habían ejercido sus facultades a cabalidad, como lo muestran las iniciativas presidenciales rechazadas y los casos perdidos en tribunales y en la propia SCJN; y los medios informativos y periodistas pueden libremente criticar, mentir, difamar, calumniar e insultar al presidente sin ser víctimas de represalias.
Proceden como si la administración federal estuviera cruzada de brazo, pasmada, sin hacer algo por resolver los problemas nacionales y sin beneficiar a la población. Ni por error examinan las probables deficiencias en las acciones gubernamentales en beneficio de la sociedad. En lugar de eso, hablan y confunden sus deseos con la realidad, por lo cual pierden credibilidad y confianza.
Para la ultraderecha empresarial, su principal operador, Claudio X. González Guajardo, sus brazos electorales, los partidos de “Va por México” y su poder mediático, no existen los beneficios de los programas sociales. No hay cerca de 12 millones de adultos mayores, antes olvidados y con graves problemas de abandono y de dificultades para sobrevivir, ni las becas para los estudiantes, los apoyos a la población discapacitada.
Hablan de un gobierno populista que sólo reparte dinero, pero ocultan que en el sexenio se incorporarán cien mil hectáreas al riego, para que sus propietarios tengan garantizadas dos cosechas al año. Para ellos no existen las obras de infraestructura para el desarrollo, como la refinería de Dos Bocas; el Tren Maya o el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA), ni se ejecuta el proyecto del tren interoceánico, ni la reducción de la corrupción.
Su realidad es otra y contraria a la que percibe la población, por lo cual ni unidos el PRI, PAN y el membrete del PRD, ni con el respaldo de los medios informativos crecen en respaldo popular a la derecha. Eso explica que en Estado de México esa alianza oficialista no aparezca como favorita para ganar la gubernatura
Una oposición de estas características no conviene al país, que necesita una que asuma su papel, pero sin mentir; que critique lo que esté mal, pero sin sostener y difundir que está mal lo que está bien. Debe convencerse de que su advertencia de que se está destruyendo al país no la creen los votantes, porque las personas comunes y corrientes no se sienten afectadas, sino beneficiadas, eso explica el alto respaldo popular al presidente López Obrador.