*Las autoridades ni siquiera parecen conscientes de esta realidad.
De la redacción
Como si no fuera suficiente encontrar una administración costosa, ineficaz y con alta dosis de corrupción, la próxima gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, padecerá la obsolescencia de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de México, que obliga a las nuevas autoridades a levantar inventarios en cada área y entregarlos a la Secretaría de Administración.
El problema es que no existe ya esa dependencia, como oportunamente lo hizo notar el académico Ricardo Joya. En estas condiciones, no podrá cumplirse este trámite de importancia estratégica, si la Legislatura Local no corrige la grave omisión legal.
Esto prueba, adicionalmente, el descuido con que se condujeron los destinos del Estado de México. Ni Actualizar una ley secundaria quisieron.