*El alcalde desconoce la operación de la delincuencia organizada en la Central de Abasto.
De la redacción
La masacre de 9 personas, de las cuales 8 quedaron incineradas en instalaciones de la Central de Abasto de Toluca el lunes de esta semana, debe esclarecerse en el menor tiempo posible para frenar la ola de temor que generó este hecho atroz, que incluyó entre sus víctimas a tres menores de edad y a una joven mujer.
Llamó la atención la falta de percepción del problema de la inseguridad del alcalde toluqueño, Raymundo Martínez Carbajal, quien se apresuró a descartar la participación de la delincuencia organizada en los acontecimientos, y los atribuyó a rencillas entre grupos de propietarios de locales en esa Central, a la cual asisten a surtirse pequeños comerciantes de la Zona Metropolitana de Toluca (ZMVT).
Más atención concentró su afirmación de que en la Central de Abasto de Toluca no existe delincuencia organizada, siendo que hace unos días la Fiscalía General del Estado de México dio a conocerla captura de 21 individuos dedicados a la extorsión de comerciantes de ese lugar de ventas de productos al mayoreo y medio mayoreo.
El gobernante municipal reconoció que hay problemas de narcomenudeo, pero no de delincuencia organizada. Al parecer no percibe la realidad del mundo criminal en la ciudad que gobierna, porque la venta de drogas al menudeo forma parte de la cadena de distribución de sustancias tóxicas ilegales a manos de la delincuencia organizada y sus grupos criminales.
La venta al menudeo de drogas no es algo distinto de la delincuencia organizada, como erróneamente lo cree Martínez Carbajal, sino que es parte del crimen organizado, como lo son los sicarios, halcones y, en otro nivel, los dedicados a “lavar dinero” proveniente de actividades delictivas. En estas circunstancias, la presencia de narcomenudeo en la Central de Abasto de Toluca indica la actuación del crimen organizado en esa zona de la capital del Estado de México.