COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
LA GOBERNADORA NECESITARÁ UN GABINETE CON
NIVEL PRESIDENCIAL: DESCOMUNAL PROBLEMÁTICA
Cuando el 16 de septiembre próximo la maestra Delfina Gómez Álvarez inicie su sexenio como la primera mujer en ocupar el cargo y con una votación récord a su favor, se convencerá de que si le resultó difícil derrotar a un partido que llevaba 94 años gobernado el Estado -que adicionalmente se presentó al proceso electoral con el apoyo del PAN, PRD y NAEM-, le será mucho más complicado resolver la descomunal problemática estatal que encontrará.
No sólo es la inseguridad pública y la alta incidencia delictiva, con violencia extrema en la comisión de los delitos de homicidio y feminicidios, sino también debe erradicar las otras y más extendidas modalidades del delito, como la extorsión y el cobro de derecho de piso, casi impunes, porque no se denuncian por miedo de las víctimas, por lo cual también las cifras negras son elevadísimas.
Existen otros problemas no conocidos por el grueso de la población, pero que igualmente son graves e impactan sus condiciones de vida, como lo es el estancamiento o franco retroceso de la economía, cuya dimensión ni las salientes autoridades estatales conocen: desplome de la productividad general y medida por persona. Las autoridades no la dimensionan, y por eso presumen que el Estado aportar cerca del 9.0 por ciento del producto interno del país (PIB). No se dan cuenta que ese porcentaje es la mejor prueba de que la economía mexiquense anda muy mal, porque su población representa cerca de 14 por ciento de la nacional, y que ese porcentaje debería ser su aportación al valor total de los bienes y servicios producidos por la nación.
La economía está caída y para que se recupere necesitará una buena política económica, pues tan sólo para llegar a la media nacional en su aporte al PIB del país la competitividad estatal debe elevarse más del 50 por ciento, lo que en las actuales condiciones del entorno económico nacional e internacional parece imposible lograr. Esta situación explica la existencia de más 9 millones de pobres; es decir, una población mayor que la total de la Ciudad de México.
Otro grave problema de urgente solución es el del agua potable, que escasea por la combinación de daños ambientales, especialmente la deforestación por tala clandestina y legal, ambas irracionales, y el cambios de uso de suelo forestal a habitacional, que rompieron los ciclos de lluvias y desordenado crecimiento de la población; y las fugas en las tuberías de distribución, por las que escapa el 30 por ciento de los caudales captados y conducidos a los centros de consumo.
Hay muchos grandes y graves problemas estatales más, pero tan sólo para resolver los enumerados la próxima gobernadora requerirá de un gran equipo de trabajo, casi como de un gabinete casi del nivel de uno presidencial, cuyos y cuyas integrantes sean capaces, preparados, experimentados, honestos, con una gran vocación de servicios e interés por resolver los problemas de los mexiquenses, con prioridad para los de los que menos tienen. Y no de corruptos, ineptos, simuladores o, peor aún, enemigos de la cuarta transformación, como fueron gobernantes municipales que provinieron de la extrema derecha panista.
Conjuntar un gabinete con estas características no será fácil, y no tanto porque falten cuadros con estas cualidades, sino por los intereses personales y de grupos, quienes ven la gestión pública como botín de vencedores. Evitar que se cuelen será difícil en extremo, más que vencer al PRI.