*“Somos maestros, no delincuentes”, advierten maestros a uniformados.
De la redacción
Cuando ya se retiraban de Palacio de Gobierno, en donde habían exigido el pago de tres mil pesos de la “prestación colateral” por asistir durante el año a todos los actos cívicos en los días feriados, integrantes de la comisión que ingreso al edificio para exponer el problema a funcionarios, comentaron sobre el descomunal despliegue de fuerzas policíacas.
El número de uniformados fue desproporcionado frente a los docentes que ese 29 de junio marcharon y se manifestaron por las calles de la capital del Estado, como lo hicieron otros grupos en el Valle de México, inclusive con acciones más radicales, como el cierre de autopistas y vialidades. En Toluca la protesta fue tranquila.
Un maestro reaccionó al fuerte dispositivo policiaco, y comentó que esa demostración de fuerza no se aplica cuando actúan los malhechores que forman parte de la delincuencia organizada y operan con impunidad.
No se aguantó y les gritó a los policías: “el otro recorte a sus prestaciones les tocara a ustedes. A la mejor hasta les deben también algunas colaterales y ni cuenta se han dado. No olviden que también son servidores públicos, ni que nosotros no somos delincuentes”.
Se estima que la prestación o apoyo colateral, que forma parte del convenio colectivo de trabajo del magisterio con el gobierno mexiquense representa un monto superior a los 320 millones de pesos, “que es una piscacha para las decenas o centenas de miles de millones que se robaron en el sexenio”, comentó una profesora de Huixquilucan.
Algunos manifestantes sostuvieron que la omisión en el pago de la prestación fue una medida política con triple propósito: robarse los más de 320 millones de peso, afectar a los maestros que votaron a favor de Morena, y dejarle un serio problema a la maestra Delfina Gómez Álvarez, que le estallaría cuando apenas estuviera acomodándose en su sillón de gobernadora, el 16 de septiembre próximo.
Otro le contestó que esa maniobra no pudo ser diseñada por el gobernador Alfredo del Mazo Maza, porque el mandatario puede tener muchos y grandes defectos, pero no tiene vocación represiva, por lo que el problema debieron ocasionarlo otros funcionarios.
Lo cierto es que el problema de la prestación colateral no pagada se dejó crecer y ahora el reclamo incluye el pago inmediato y retroactivo del aumento salarial que debía cubrirse desde principios del año, y no se ha pagado, a pesar de que está presupuestado.
Otros profesores propusieron que la lucha incluya el desconocimiento de la dirigencia del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM), que en lugar de apoyar y encabezar la lucha, se puso del lado del gobierno y hasta le cerró la puerta de la sede gremial a los manifestantes, cuando pasaron frente.
Entre los objetivos de lucha propuestos por profesores fue el de que el gobierno obligue a los supervisores a trabajar en favor de la educación, porque no lo hacen y muchas veces ni acuden a sus oficinas, y menos visitan las escuelas, pero cobran mucho y delegan sus funciones en sus auxiliares.