*La falta de buenos jugadores será un problema en el próximo mundial.
De la redacción
La selección nacional de futbol no tendrá necesidad de eliminarse para calificar al próximo mundial de este deporte, porque el país será sede del mismo, junto con Estados Unidos y Canadá. Serán pocos los partidos de la competencia finalista que se jugarán en México en 2026, pero eso libera al seleccionado de competir por un lugar.
En estas condiciones, quien dirija la selección debe aprovechar el tiempo para consolidar las carreras de las nuevas promesas del balompié nacional, porque varias de las figuras ya vieron pasar sus mejores tiempos, y no tienen ya condiciones para participar en una competencia de tan alta exigencia, y para el 2026 sus facultades físicas, técnicas y velocidad estarán más disminuidas.
Los dos primeros partidos de la fase de grupo del torneo Copa Oro los ganó, pero más por la enjundia y deseos de triunfar que por el dominio de un eficaz sistema de juego. La selección perdió ante una débil selección de Qatar, que a pesar del uno a cero, mostró contundencia, porque fue el único tiro al marco que logró en el partido.
En cambio, los jugadores mexicanos generaron muchas oportunidades de gol, lo que no ocurría desde las eliminatorias para el Mundial Qatar 2022, pero los numeroso tiros al marco fueron débiles y la mayoría, a las manos del arquero rival. Tuvo otras cuatro claras oportunidades de anotar, pero los tiros fueron desviados.
Hay varios jóvenes futbolistas con cualidades y deseos de consolidarse en la actividad deportiva, pero necesitan ser apoyados en sus clubes y en la selección nacional. Y el tiempo es corto para hacerlo y relevar a los que ya son sólo nombres y fama pasada, pero sin condiciones para desempeñar un digno papel en el Mundial 2026.