*Fue exhibido en la conferencia mañanera del presidente López Obrador.
De la redacción
Vicente Fox Quesada es una especie de “Rey Midas al revés”: todo lo que toca lo echa a perder. Es malo como político, pero además es torpe e imprudente. Aparte de proponerle a Xóchitl Gálvez que si gana le devuelva su pensión residencial y el personal de apoyo, sorprendió al revelar lo que paga para tender derecho a servicios médicos particulares.
Se quejó de que tiene problemas económicos para vivir, pero al mismo tiempo dio a conocer que paga mensualmente cien mil pesos por un seguro de gastos médicos mayores; es decir, un millón 200 mil pesos anuales para tener atención médica de primera, en caso de que se enferme, pero inclusive en la foto que publicó se le ve muy sano.
La torpeza del expresidente Fox llega a tanto que olvida que los programas sociales fueron elevados a derecho de rango constitucional. Está garantizada su continuidad, lo mismo que los fondos presupuestales para su financiamiento. La única forma de que desaparezcan, suponiendo que el “Frente Amplio por México” ganara, sería una reforma a la Constitución.
Empero no sería fácil lograr dicha reforma constitucional, porque para ello se requiere disponer de las dos terceras partes de los votos de los miembros del Senado de la República y de la Cámara de Diputados Federales, lo cual no ha podido lograr ni Morena con sus aliados, por ello sus reformas de este rango no se han aprobado.
Fox Quesada dejó la presidencia en noviembre del 2006, después de imponer ilegalmente a Felipe Calderón Hinojosa como su relevo, según lo reveló él mismo; es decir, hace 16 años y todavía sigue exigiendo la restitución de su pensión. En las redes difunde muchas tonterías, como esa de que se arrepiente de no haberle dado “la estocada final” a la carrera de Andrés Manuel López Obrador, en alusión a que no lo encarceló cuando ordenó el desafuero del ahora presidente de la República.
