*Es el aspirante coordinar la defensa de la 4T que más despegó.
De la redacción
Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación, partió en la lucha por la coordinación de los comités de defensa de la cuarta transformación, antesala de la candidatura presidencial con mucha desventaja. No tuvo piso parejo en el sexenio.
Hasta hace dos años era desconocido a escala nacional, pues gobernaba Tabasco y no tenía nombre como figura de la política del país. En agosto de 2021 fue nombrado secretario de Gobernación, en lugar de Olga Sánchez Cordero, y por el puesto, fue incorporado a la relación de prospectos para la postulación para la presidencia de la República, según un seguimiento de “El Espectador” al tema.
Ya le llevaban mucha ventaja Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. A pesar de ello sus recorridos por el país como responsable de la política interna y de las relaciones con los poderes Legislativo y Judicial, los gobiernos estatales, los partidos políticos, el clero y las organizaciones civiles, más sus giras actuales en el escenario de la lucha interna de Morena por la candidatura presidencial lo han hecho conocido.
Esta situación, más la confrontación abierta entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, que está dividiendo al morenismo nacional y la caída de Ricardo Monreal, favorecen al exsecretario de Gobernación.
De acuerdo con información obtenida en el partido gobernante, Adán Augusto tiene la ventaja de que no tener malquerientes entre los apoyadores de la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, ni entre los del excanciller.
Por estas circunstancias y por el respaldo logrado inclusive fuera de Morena, el gobernador tabasqueño con licencia no puede ser descartado en esta lucha, a pesar de que hace dos años era desconocido por los votantes del país.
Las giras le permitieron también al político borrar esa idea que había arraigado de que era un “viejito” para intentar ser presidente de la República, cuando en realidad es el más joven de los 4 aspirantes de Morena.
Claudia Sheinbaum, de apariencia juvenil, es mayor que López, como lo son Ebrard y Monreal, pero lo que más lo beneficia es que no tiene la malquerencia de los dos aspirantes confrontados. Es el que menos critica a sus compañeros.
Ebrard tiene en contra su posición impositiva de “si no soy yo el candidato, las encuestas no sirvieron; si ganó, estuvieron bien”, además de que no ha dicho que apoyará a quien gane la postulación, sea quien sea, ha dejado la amenaza de que si pierde rompería con Morena.
Otro factor en contra es que Ebrard es el preferido de la ultraderecha empresarial y sus brazos electorales, por lo cual los medios informativos de cobertura nacional no lo critican, como sí lo hacen con Sheinbaum y López, de ahí que no debe descartarse que éste gane finalmente la candidatura.