*Es el segundo lugar nacional en este delito, solo por detrás de Guanajuato.
De la redacción
El año pasado un promedio de 9.1 mexiquenses fueron víctimas de muertes violentas intencionales, de acuerdo con la información del INEGI difundida esta semana. En total, se registró el asesinato de 3 mil 312 personas en tierras mexiquenses en los doce meses del 2022, en uno de los años más violentos de este siglo.
A nivel nacional y en términos absolutos, el Estado de México se colocó como segundo lugar en cuanto a número de personas asesinadas con dolo, sólo por abajo de Guanajuato, que registró 4 mil 083 casos, para ser la entidad federativa con mayor derramamiento de sangre, lo cual ocurre desde hace varios años.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), integrado por los gobiernos federales y de los estados, se atribuye el aumento de la violencia asesina a la expansión del consumo de drogas en esa entidad federativa de la región del Bajío, antes pacífica y tranquila.
No obstante la coordinación gobierno estatal-federación y la presencia de la Guardia Nacional, los homicidios en Guanajuato no se han reducido significativamente, precisamente, por la inducción al consumo de drogas de segmentos jóvenes de la población de bajos ingresos, quienes de esta forma son fácilmente reclutados para las actividades de venta de drogas al menudeo.
Así, jóvenes y adolescentes sin ingresos y convertidos en adictos son incorporados a las bandas criminales como “halcones” o sicarios para ejecutar a enemigos, en los ajustes de cuenta entre células de la delincuencia organizada.