*Lo vincularon a proceso por “extorsión” a la maestra, no por portación de arma.
De la redacción
Jesús Abib “N” y su esposa Laura “N”, en forma extraña, fueron vinculados a proceso por el delito de “extorsión” a la educadora Brenda y a la empleada del kinder “Frida Kahlo”, ubicado en Cuautitlán Izcalli. El ministerio público no los acusó por lesiones, amenazas de muerte y portación de arma de fuego.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) debe investigar la actuación del ministerio público, porque presentó cargos por un delito que no se perpetró, pues las víctimas no se quejaron de que fueron extorsionadas; y no los acusaron de los ilícitos que sí, perpetraron. No le formularon cargos por portación de arma y ataque peligroso, lo cual fortalece la sospecha de que quisieron protegerlos.
El delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo del ejército y fuerzas armadas lo denunciaron las agredidas y ni siquiera había que indagar mucho, porque todo quedó grabado en las cámaras de seguridad del plantel. Con la acusación de extorsión saldrá libre, porque eso no ocurrió.
Otras autoridades de la propia FGJEM encontraron que sobre el individuo existía una orden de aprehensión por tentativa de feminicidio e investigaciones por delitos graves, como pertenencia a una célula criminal dedicada al narcomenudeo, extorsión, robo con violencia y homicidio y generador de violencia en la zona.
Los intentos de ayudar al golpeador y violento padre de familia y su esposa se vieron la misma tarde en que se presentó a denunciar a la maestra por una supuesta agresión a su hijo. Un agente del ministerio público declaró que como la pareja agresora se había presentado voluntariamente, quedaría libre. No mencionó el delito de portación de arma de fuego, las amenazas de muerte y las agresiones.
El comportamiento de los agentes del ministerio público debe investigarse por los órganos internos de la Fiscalía, porque fue evidente la intención de favorecer a los agresores, como si los conocieran y tuvieran relaciones de amistad. Tal vez no salgan de la cárcel, porque tienen otros cargos graves, pero la acusación inicial fue deficiente y debe investigarse por qué no se formularon cargos por los delitos que sí cometió la pareja. Además, se les dejó en libertad, pero fueron retenidos por otros ilícitos. Los fiscales quisieron favorecerlo. Y sin el escándalo e irritación general generados por el hecho en las redes, anduvieran suelto, con riesgo para las personas.
Las víctimas tienen temor, lo cual es entendible, por lo cual las autoridades deben brindarle protección y apoyo psicológico, porque lo que sufrieron es muy grave, además de que si el agresor tiene vínculos con grupos criminales, puede lograr que sus cómplices ataquen.