
*Priistas consideran que su alianza desdibujó a su partido y no evitó la derrota.
De la redacción
Cuadros priistas cuestionan la política de alianza de su partido, después de los malos resultados obtenidos en los procesos para elegir titulares de poderes ejecutivos estatales el último año: sólo conservó el de Coahuila y ganó Durango, que estaba en poder del PAN, porque éste le permitió postular al candidato: en todos los otros estados, perdió, a pesar de los votos del panismo y el perredismo.
No obstante, la derrota más dolorosa, después de la pérdida de la presidencia de la República en 2018, ha sido su derrota en el Estado de México, entidad federativa que mantuvo en su poder 94 años y tiene tantos habitantes como Ecuador, y los conjuntos de Libia y Nicaragua o Cuba y Paraguay.
Un influyente ex líder estatal del tricolor, quien nos solicitó no citar su nombre, resumió muy bien el estado de ánimo prevaleciente en las filas de su partido, al sostener: “lo logramos, fuimos buenos para salvar al PRD, pero a cambio malos para conservar la gubernatura, perdimos al GEM. Nuestros aliados no nos sirvieron”.
Y citó datos oficiales sobre la votación alcanzada por su partido; es decir, los sufragios directos obtenidos por PRI, PAN, PRD y NAEM.
El PAN mantuvo su clientela electoral, y se la cedió al priismo, fueron casi 660 mil votos; por su parte el PRD, obtuvo 142 mil votos; y NAEM, 87 mil. Este último no pudo siquiera conservar su registro, y quedó muy lejos de los 186 mil sufragios necesarios para sobrevivir. Ni los votos que le regalaron el Tricolor y el blanquiazul fueron suficientes para ello. El PRD, en cambio, sólo le aportó mil 274 sufragios, en una votación total de 6 millones 375 mil 763.
En el caso de los votos divididos (los electores podían marcar más de un emblema de los 4 de partidos aliados que aparecían en las boletas y después se sumaban todas las fracciones de votos, para dar números completos), sólo favoreció al PRD, quien con sus sufragios directos no alcanzó el 3.0 por ciento de la votación válida, indispensables para recibir prerrogativas en la entidad mexiquense.
A esta situación aludió el exdirigente priista, quien explicó que se pidió a sus correligionarios dividir también sus votos, para favorecer al PRD y a NAEM, para que pudieran llegar al tres por ciento de la votación, pues de todos modos al final todos los sufragios eran para la candidata de “Va por el Estado de México”, con Alejandra del Moral Vela, cuadro del PRI.
“El problema es que si la alianza con el PAN nos desdibujó como partido, con el PRD y NAEM resulto peor, de nada nos sirvió; les dimos mucho (al PRD y NAEM) y nos regresaron poco, o nada, y lo peor fue que perdimos el Estado”, concluyó el entrevistado.