*También el periodismo deportivo no le brinda la atención debida.
De la redacción
A pesar de tratarse de la novena edición del mundial femenil de fútbol, y que se juega en dos países: Australia y Nueva Zelanda, no recibe el tratamiento periodístico que merece la calidad de juego de las mujeres.
No es la misma difusión que los medios informativos o las secciones especializadas le conceden a los campeonatos mundiales varoniles. Informan de la justa deportiva mundialista, a finalizar el 20 de este mes, como si fuera algo que contra su voluntad no pueden soslayar y deben difundir.
Toman como pretexto los horarios de los partidos, pero también se han jugado mundiales futbolísticos varoniles en esos usos-horarios y las transmisiones se hacen con entusiasmo.
Se trata de un arraigado “machismo” de los aficionados al futbol y de los periodistas especializados en este deporte. Son pocos los que valoran la alta calidad y el profesionalismo de las mujeres, y esto ocurre en la mayoría de los países.
No se escapan de las conductas misoginia; al contrario, las asumen (no se sabe si deliberadamente o en forma inconsciente de lo que ello implica) los dueños de los clubes de futbol.
El “machismo” se expresa en los bajos sueldos que pagan a las mujeres dedicadas profesionalmente al fútbol, comparado con los estratosféricos sueldos que cubren a los jugadores.
Tampoco les importa erogar en la difusión de los encuentros femeniles, cuando quienes los practican profesionalmente hacen alarde de calidad, profesionalismo y no incurren en el fingimiento de faltas, ni de lesiones.
La vehemencia que ponen en los partidos no lo presenciamos en un alto porcentaje de los futbolistas, sin contar sus facultades técnicas y la belleza de su juego, que no tiene correspondencia en la mayoría de sus pares hombres.
Las mujeres futbolistas merecen ser valoradas mucho más deportivamente, de acuerdo con su calidad y enjundia que muestran en cada partido, pero no lo son y debe criticarse al mundo “machista” del futbol.
En México no se sigue con el mismo entusiasmo el desarrollo del Mundial Femenil Australia-Nueva Zelanda. Con desgano se comentan las hazañas de las grandes protagonistas de la competencia mundialista, de la cual está ausente la selección mexicana, desafortunadamente.
Los aficionados mexicanos se interesan poco en lo que está ocurriendo en aquellos dos remotos países y se interesan más por saber cuándo se reanuda el torneo de la Liga MX. El “machismo” en el deporte debe terminar, comenzando por el pago de sueldos justos, acordes con la calidad de las futbolistas. No es mucho pedir.