COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
FIN DE ETAPA DEL PRI EN GUBERNATURA Y EL
ARRIBO DE LA IZQUIERDA Y 4T AL PODER AQUÍ
Como se hizo notar en el principal espacio de opinión de “El Espectador” en el anterior número, el 15 de septiembre próximo llegará a su fin la etapa del PRI como partido hegemónico, por décadas casi único. El día siguiente marcará el arribo de la izquierda al Poder Ejecutivo Local, en un hecho político de gran relevancia, no percibido aún en su verdadera dimensión por un alto porcentaje de la población.
Delfina Gómez Álvarez se convertirá en la primera mujer en dicho cargo en la historia estatal, en un cambio que no sólo será de partido, sino también de ideología, en el marco general de un movimiento nacional, cuyo objetivo estratégico es la transformación del ejercicio del poder y su puesta al servicio de los mexicanos y mexicanas de menores ingresos, que forman abrumadora mayoría.
Asumirá el mando estatal después de derrotar no sólo al antes invencible PRI, sino también al PAN, PRD y NAEM juntos, en algo impensable hace todavía 8 años.
Su triunfo en las urnas fue por la conjugación de dos poderosos y decisivos factores: el cansancio de los electores por los malos resultados de las gestiones de la actual y las anteriores dos anteriores administraciones priistas mexiquenses, y por el amplio respaldo que tienen las causas de Morena en todo el territorio nacional, como lo prueban sus 20 victorias previas en elecciones de mandatarias y mandatorios estatales. Eso se manifiesta, a pesar de la inconformidad del morenismo por personajes que no deberían estar en sus filas.
A estas condiciones se agrega el fuerte liderazgo del fundador del partido y ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de tener en contra a casi todos los grandes medios informativos y conocidos periodistas, gobernar en medio a una pandemia y la consiguiente caída de la economía, más el impacto adverso de la guerra rusa-ucraniana, tiene ahora más respaldo que cuando fue electo para el cargo.
En este escenario asumirá Gómez Álvarez la gubernatura de un Estado de México agobiado por grandes problemas, desde los muy visibles y que padecen directamente los mexiquenses, hasta los no sentidos, pero intuidos, y manifestados en las malas condiciones de vida de la mayoría, como los ingresos de las familias más pobres, inferiores al promedio nacional, la pérdida de competitividad estatal y la ineficacia institucional para resolverlos.
Por todo este panorama económico, político e institucional, la próxima mandataria llegará con la obligación de responder a la confianza de una sociedad esperanzada en una administración honesta, eficaz, cercana a la gente y de sus causas, reñida con la corrupción, la ineptitud, la rapacidad, el clasismo y racismo.
No es menor el reto de aplicar la transformación del ejercicio del poder en beneficio de la mayoría, que espera mucho de la próxima gobernadora, electa en un proceso del que supieron y opinaron hasta las niñas y niños de primaria, quienes opinaban y expresaban sus opiniones a favor y en contra de una u otra candidata, como no se había visto en la entidad.