*Eran las dos cartas más fuertes del PRD para la candidatura presidencial
De la redacción
El fracaso del senador y exjefe de Gobierno del antes Distrito Federal (en su período cambió el nombre oficial a Ciudad de México), Miguel Ángel Mancera Espinosa; y de Silvano Aureoles Conejo, exgobernador de Michoacán, en el intento de ser candidatos a la presidencia de la República evidenció la agonía del Partido de la Revolución Democrática (PRD) como formación partidista relevantes.
Ambos fueron eliminados del proceso para elegir coordinador del Frente Amplio por México, que integran el PRI, PAN y PRD, que de facto equivale a la candidatura presidencial opositora, según un análisis de “El Espectador”.
No reunieron 150 mil firmas dispersadas en al menos 17 entidades federativas. Ambos sostienen que rebasaron ese umbral de apoyos, pero el problema fue que no cumplieron con el requisito de que ese respaldo debía provenir de más de la mitad de los estados del país.
El partido del sol azteca, que perdió la presidencia de la República en 2006 por un fraude maquinado por Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox Quesada, Rosario Robles y operado, entre otros personajes, por Elba Esther Gordillo, ahora vegeta.
Miguel Ángel Mancera Espinosa y Silvano Aureoles Conejo tienen investigaciones por actos de corrupción y enriquecimiento ilícito, además de que en el momento en que gobernaban el PRD fue derrotado por Morena.
En estas condiciones, el hecho de que en estos momentos sean las mejores cartas del perredismo nacional refleja claramente el camino a la desaparición como partido trascedente en la vida política de México que recorre el PRD.
Si sus dos prospectos no fueron capaces de reunir 150 mil firmas, no tenían posibilidad de ganar una elección residencial, para lo cual se necesitarán más de 30 millones de sufragios.
Ya desde el año 2021, en las elecciones legislativas federales el perredismo mostró su decadencia y pérdida de respaldo popular, pues sus aliados PRI y PAN le dejaron que postulará 70 fórmulas de candidatos a diputados federales al margen de la coalición “Va por México”..
No ganó uno sólo de esos 70 distritos, y aun con los votos del PRI y del PAN en los otros 230, con dificultades alcanzó el 3 por ciento de la votación válida de ese año, porque lo abandonó su clientela electoral, por su extravío ideológico.
Silvano Aureoles, quien como legislador federal en el sexenio de Enrique Peña Nieto fue un incondicional del secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, quien lo hizo candidato y gobernador Michoacano, pidió a su partido abandonar el Frente Amplio por México, pero no encontró eco en su dirigente Jesús Zambrano. Seguirá en la coalición, para no desaparecer.
