COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
EL QUE PIERDA LA CANDIDATURA PRESIDENCIAL, PRI O PAN,
QUEDARÁ DEBILITADO EN EL FRENTE AMPLIO Y EN EL PAÍS
Casi no se reflexiona en los medios sobre el tema. Deliberadamente soslayan lo que se juegan el PRI y el PAN en la lucha por la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, disfrazada de competencia por la coordinación de dicho Frente. En la competencia se enfrentan nuevamente los adversarios ideológicos históricos. Y la pugna es de verdad: el tricolor quiere sacar adelante las aspiraciones de Beatriz Pardes Rangel, su ex dirigente nacional y ex gobernadora de Tlaxcala.
El panismo, a su vez, respalda a la senadora Xóchitl Gálvez, a quien apoyan la ultraderecha empresarial y la casi totalidad de los grades medios informativos de circulación nacional, que forman parte de la derecha y están al servicio de los dueños de la riqueza del país y sus periodistas, que no sólo presionan a Paredes Rangel para que decline sus aspiraciones en favor de Gálvez, sino también al partido Movimiento Ciudadano, para que se sume al Frente Amplio Opositor.
La votación y encuesta para sacar a la coordinadora del Frente Amplio por México, que en la práctica asegurará la postulación para la presidencia de la República, confrontará a los dos principales partidos opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, a Morena y a la cuarta transformación. Nadie querrá perder, porque la derrota los debilitará al interior del Frente y en el sistema de partidos nacionales. La alianza PRI-PAN no preveía este escenario, porque como lo dio a conocer el propio presidente López Obrador, ya todo estaba decidido en favor de la senadora Xóchitl.
Nadie sabe qué pasó, pero Beatriz Paredes, que sería la gran perdedora si es vencida por su adversaria interna del FAM, se tomó en serio su participación en la lucha por la candidatura presidencial, y en las últimas semanas -inclusive en los últimos días- su figura y sus posibilidades de triunfar crecieron mucho. Se pensaba que la renuncia de Santiago Creel Miranda a la lucha lucha robustecería políticamente a la hidalguense, pero ocurrió todo lo contrario.
Paredes Rangel, a diferencia de Xóchitl Gálvez, junto con su partido tienen mucho que perder en esta contienda. La trayectoria de la tlaxcalteca no puede compararse con la de la hidalguense. Esta sólo ha ganado una elección delegacional en la Ciudad de México, y tiene una derrota en una elección por la gubernatura de Hidalgo. En cambio, la priísta fue diputada local y federal, dos veces senadora, gobernadora de su estado, lideresa nacional del PRI y embajadora, y ha ocupado altos cargos administrativos en el gobierno federal.
Perder frente a un personaje carismático, mal hablado, pero de corta carrera política constituiría una gran derrota y el fin de su carrera política con una notoria derrota para Beatriz Paredes, y una prueba más del declive del tricolor, que aparecerá como incapaz de ganar siquiera una lucha doméstica al PAN. La tlaxcalteca, adicionalmente sería considerada ingenua al entrar a una competencia decidida de antemano, como lo anticipó el presidente López Obrador.
Estas razones obligaron al PRI y a Paredes Rangel a buscar de verdad la coordinación del Frente Amplio por México, aprovechando que formalmente la lucha por esa posición es real, aunque inicialmente las cúpulas del tricolor hayan aceptado las instrucciones de Claudio X. González de organizar la farsa. Públicamente ni el operador político de la ultraderecha empresarial, ni el PAN, ni el PRD (partido satélite), podrán acusar al PRI de incumplir su papel de comparsa en el proceso organizado para hacer candidata presidencial a Gálvez, porque se difundió que la lucha sería y es real.