*Se espera la renuncia de Paredes a sus aspiraciones.
De la redacción
El PRI no reconquistará la presidencia de la república el próximo año. Ni lo intentará siquiera con candidata propia. Se limitará a apoyar la abanderada panista Xóchitl Gálvez, anunció esta tarde el dirigente Alejandro Moreno Cárdenas. El proceso para elegir a la coordinadora del Frente Amplio por México sufrió un severo revés, porque no llegó a su fase final: la elección en urnas.
Ese era el punto culminante, que permitiría a militantes y simpatizantes del PRI, PAN y PRD y a gente sin partido incidir en la postulación, y se frustró, por la decisión de la estructura priista que controla el ex gobernador de Campeche. Quienes lo acompañaron en el anuncio del retiro del apoyo a Beatriz Paredes Rangel mostraron rostros desencajados, parecían estar en un sepelio.
Llamó la atención la ausencia de Paredes Rangel en la sede del PRI. No estuvo en el escenario en que Moreno Cárdenas le retiró el respaldo partidista para entregarlo a la panista, con lo cual el tricolor fue derrotado en la lucha interna del Frente Amplio por México. Se rindió y de alguna manera deslegitimó al proceso electivo, porque no llegó a la votación.
De paso, el final de esta contienda, le dio la razón al presidente Andrés Manuel López Obrador quien desde julio dio a conocer que la oligarquía mexicana, por conducto de su operador político, Claudio X. González, había decidido que la candidata presidencial fuera Xóchitl Gálvez, y que el proceso era una farsa, para legitimar una instrucción de la ultraderecha empresarial, acepta por sus brazos electorales, PRI, PAN y PRD.
Jorge Luis Preciado, ex coordinador de los senadores del PAN, coincidió con lo de que todo era una farsa, porque a él le desaparecieron miles de firmas de apoyo para dejarlo fuera y allanarle el camino a Gálvez, lo cual confirmó la declinación de Santiago Creel Miranda en favor de la hidalguense.
Hasta estas horas de la noche Paredes Rangel, quien tenía posibilidades de ganar la elección en urnas, aunque había perdido la encuesta, no había expresado una opinión sobre el abandono de que fue víctima por parte del partido que dirigió a escala nacional.
De acuerdo con la opinión varios analistas políticos, la oligarquía no quiso arriesgar a Xóchitl Gálvez a una derrota en las urnas, que la hubiera debilitado. Optó por echar a perder el proceso electivo y deslegitimarlo antes que exponer a un fracaso del personajes que escogió para candidata presidencia desde julio de este año.