COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
LA CREACIÓN DE FIGURA DE JEFE DE GANINETE PARA
EL PRÓXIMO SEXENIO DEL PODER EJECUTIVO ESTATAL
La nueva Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de México (LOAPEM) – que reforma a la vigente desde 1981, la cual con algunas reformas aumentó el número de secretarías, con cambios de denominación y funciones en las mismas- tuvo una gran difusión mediática. Y se puso énfasis en la creación de nuevas dependencias, la elevación de rango de otras y desaparición o asimilición de algunas, pero pasó desapercibido un cambio de gran importancia, por su novedad y jerarquía: El de la creación de la Jefatura del Gabinete.
No hay mucha información sobre quién podría ocuparla, pero su denominación indica que su jerarquía será de primer orden, porque asumirá funciones de la Secretaría General de Gobierno, que hasta ahora en la práctica coordinó el trabajo de los y las titulares de las secretarías. Habrá un jefe específico que dará seguimiento a las actividades, y por ello quien ocupe esa posición, aun con la denominación de “jefatura”, y no “secretaría”, dispondrá de gran y amplio poder e influencia al interior de la administración de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez.
Por todo ello, es esperable la disminución de las facultades de la que por siempre fue la principal dependencia del Poder Ejecutivo. El poder concentrado por la Secretaría General de Gobierno ha sido tanto que, cuando en 1987 asumió la gubernatura Mario Ramón Beteta, ya fue disminuida antes, para evitar que un mexiquense fuera el más poderoso colaborador del mandatario, por encima de los hombres que venían acompañando al gobernante desde hacía varios años. Le quitaron lo de “General” y quedó simplemente en “Secretaría de Gobierno” , para después recuperar su jerarquía de supersecretaría.
La nueva Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de México también le disminuyó facultades y funciones a la otra supersecretaría: Finanzas, que ya no se encargará del funcionamiento de las dependencias del Poder Ejecutivo mexiquense. Esas responsabilidades quedarán a cargo de la Secretaría de la Oficialía Mayor, que antes fue Secretaría de Administración. De todos modos, ambas secretarías, aun disminuidas en sus alcances legales, seguirán siendo estratégicas.
En el caso de la Secretaría General de Gobierno, ésta perdió peso y poder cuando le fueron retiradas las responsabilidades de la seguridad pública, con la creación de la dependencia de la materia, cuyo titular forma parte del gabinete estatal. No hay que olvidar que antes los gobernadores designaban también a los procuradores generales de Justicia, si bien después se incorporó a la ley la obligación de ser ratificados por el Legislativo: nunca se rechazó una propuesta.
Una reforma constitucional federal y estatal otorgó autonomía plena y cambió de denominación a las procuradurías en todos os estados, y la mexiquense se transformó en la actual Fiscalía General de Justicia del Estado de México, cuyo titular ya no lo nombra el Poder Ejecutivo, sino exclusivamente el Legislativo, y la duración del fiscal en el cargo nada tiene que ver con los períodos sexenales de gobernadores y gobernadoras.
Los casos de pérdida de facultades, responsabilidades y funciones de las secretarías General de Gobierno y de Finanzas y su condición de supersecretarías no han sido examinado, ni analizados en su verdadera dimensión, pero modificarán profundamente la distribución y ejercicio del poder de las áreas del Ejecutivo, independientemente de quienes ocupen esas posiciones.