EL TEATRO DEL ABSURDO…La política.
Jairo A. Tell
La política en nuestros tiempos se ha convertido en un verdadero circo en donde los changuitos amaestran al entrenador y los payasos son más serios que los patiños. En el teatro del absurdo, todo puede ocurrir pues ahora resulta que el candidato que sea más lépero, más ordinario y mentiroso es el que concita el apoyo de las grandes masas; esto desde la óptica de los oligarcas que consideraron que el país entero era de su propiedad. Los conservadores reaccionarios no se han dado cuenta que cada acción que emprenden en contra del gobierno se convierte en un verdadero boomerang que más temprano que tarde les alcanzara. En ese circo mediático montado por Claudio X. Gonzales y sus vasallos Alejandro Moreno, Marko Cortes y Jesús Zambrano resulta que la resta se convierte en suma y que los patos les tiran a las escopetas. López Obrador había anticipado que el famoso dedazo no había desaparecido y que él o la representante de la derecha seria impuesto por la cúpula partidista de la oposición y su patrón Claudio Xicoténcatl González.
Sin duda lo vaticinado por el de Macuspana se ha cumplido al pie de la letra cual oráculo griego pues las subsecuentes declinaciones de Lili Téllez, Jorge Luis Preciado, Miguel Mancera, Silvano Aureoles, Santiago Creel, y Beatriz Paredes, no son obra de la casualidad; pues en política no hay casualidades, hay causalidades y para estos efectos la Senadora, otrora botarga con huipil se fue como como cuchillo en mantequilla gracias a la voluntad o más bien al capricho del llamado cabeza de muñeca vieja X. González. Algo que llama poderosamente la atención es que “muchos” nótese el sarcasmo, sigan creyendo que en el 24 los Neoliberales volverán a gobernar este bendito país para seguir robando y saqueando al país.
Su soberbia les tiene cegados y muy lejos de la posibilidad de ser competitivos. A quien en su sano juicio se le ocurre colocar a Santiago Creel como coordinador de la campaña de la señora X; más aún, a quien se le ocurre integrar a su equipo a personajes tan desprestigiados de la otrora partidocracia como son: José Ángel Gurria, Jorge Castañeda, Josefina Vázquez Mota, Miguel Mancera, o Jesús Ortega. En el teatro de lo absurdo a los intelectuales orgánicos no tienen otra alternativa que hacerse visibles para tratar de apuntalar una candidatura perdedora desde su nacimiento. Xóchitl Gálvez no es ni por mucho la mejor carta que tiene la derecha moralmente derrotada; pues hay otros perfiles que podrían hacer un mejor papel, más decoroso y competitivo; pero como los que encabezan el frente opositor son quienes han perdido privilegios, siendo afectados por el gobierno de la 4T. via el SAT, caso concreto Ricardo Salinas Pliego, quien a la menor provocación se la pasa exhibiendo su riqueza mal habida y bronqueandose con los cibernautas que se le paran enfrente.
Algo que no ha entendido (Ni entenderá como dijo Don Teofilito) la oposición es que el objetivo no es López Obrador, pues él no aparecerá en la boleta en la contienda del 24. Pero que van a saber… como dijo el clásico, si no son capaces de leer un libro de texto gratuito y pretenden que se los digieran y resuman en dos renglones. El presidente les da 3 y las malas y ni aun así, son capaces de establecer un verdadero plan de acción y de gobierno. Imagine usted amable lector que el encargado de elaborar el proyecto de país, es aquel que orquesto el fobaproa y cuya idea más brillante es hacer a los ricos, más ricos y a los pobres, más pobres. Una cosa es cierta, en este circo de tres pistas, en que se ha convertido la política, hasta los payasos parecen decentes ante las insensateces y exabruptos de los llamados líderes de opinión, llámense López Dóriga, y su bufón Carlos Marín, o un Ciro Gómez Leyva y su Patiño, Oscar Mario Beteta, Azucena Uresti, Ricardo Alemán, Pascal Beltrán y un cumulo más de etcéteras; le ganan el lugar a Brozo, a Chumel o a los de la Corneta Eduardo Videgaray y José Ramón San Cristóbal “El Estaca”. Hay quien nació con mala estrella y ese parece ser el destino de los Chayoteros que no quieren entender que han dilapidado vilmente su credibilidad y se convierten paulatinamente en damnificados del Rating por venderse a intereses obscuros.
En el teatro del absurdo, ni el Show de los Huipiles, ni el dialogo de los bobalicones, han podido minar la creciente popularidad de López Obrador llamado a ser uno de los mejores presidentes de México.