*Saldrá como favorita la izquierdista Luisa González sobre Daniel Noboa.
De la redacción
Después del fracaso de la derecha y la ultraderecha en Guatemala, donde ni siquiera pudieron colocar en la segunda vuelta de la elección presidencial a un representante, y triunfó en forma arrolladora el izquierdista Bernardo Arévalo de León, se espera la victoria de la progresista Luisa González, en Ecuador, en la segunda vuelta del 15 de octubre. Ella es cercana al expresidente Rafael Correa.
González llevará como candidato a la vicepresidencia a Andrés Arauz, quien en el 2021 fue candidato presidencial del correismo y perdió frente al mandatario saliente, el banquero Guillermo Lasso.
La candidata presidencial, primera mujer en la historia ecuatoriana que llega a una segunda vuelta, obtuvo el 33.3 por ciento de la votación y confía en derrotar al multimillonario Daniel Noboa (23.7 por ciento de los sufragios), cuyo padre Álvaro Noboa, fue 5 veces candidato presidencial y tiene una corporación de más de cien empresas, que dominan el mercado ecuatoriano de alimentos, transportes e inmobiliario. Álvaro perdió en el 2007 ante Rafael Correa. Su hijo va en fórmula con Verónica Abad, como candidata a vicepresidenta.
Esta elección tuvo como escenario la violencia del crimen organizado, que duplicó el número de muertes en 12 meses e hizo víctima a Fernando Villavicencio, ejecutado el 9 de este mes, después de salir de un mitin, cuando era candidato presidencial. Fue sustituido por Cristian Zurita, quien quedó en tercer lugar con cerca del 17 por ciento de la votación.
Como en su oportunidad se informó aquí, en mayo el presidente Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional, cuando se aprestaba a destituirlo por actos de corrupción. Llamó a elecciones anticipadas, sustentada en la figura constitucional ecuatoriana de “muerte cruzada”, por problemas graves, por lo cual quien gane la segunda vuelta será presidenta o presidente aproximadamente dos años, hasta el 2025, por lo que Ecuador tendrá tres elecciones presidenciales en sólo 4 años.
El país ha tenido una vida institucional accidentada desde 2017, cuando triunfó el correista Lenin Moreno, pero luego traicionó la causa izquierdista, se entregó a la derecha y a la oligarquía criolla, abandonó la política social de su mentor y protector; lo persiguió por delitos inventados y lo obligó al exilio.
Moreno gobernó mal y con ello generó las condiciones para el triunfo del derechista Guillermo Lasso, quien a su vez no pudo o no quiso impedir la presencia y fortalecimiento de la delincuencia organizada, lo que explica la inseguridad pública y la violencia en esa nación latinoamericana.
La primera vuelta electoral marcó el hundimiento del representante indígena Yaku Pérez, quien de acuerdo con información de especialistas, recibe dinero de la embajada de Estados Unidos. En el 2021 estuvo a punto de pasar a la segunda vuelta, pero ahora cayó hasta el 3 por ciento de la votación.