*Marcelo es oportunista, de derecha y no intervino en la fundación de Morena.
De la redacción
No sorprenderá que Marcelo Ebrard deje a Morena; lo sorprendente es que le hayan abierto las puertas de ese partido, con sus antecedentes de enemigo de la izquierda, como lo prueba su carrera política. Abusó de la generosidad del presidente, cuando en su trayectoria destaca su participación en la operación del descomunal fraude que le arrebató el triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas, para dárselo a Carlos Salinas de Gortari en 1988.
Juvenal Herrera Torres, politólogo y simpatizante de la izquierda mexiquense, sostuvo que Marcelo Ebrard, después del fraude contra Cárdenas, “siguió al lado de Salinas y de Manuel Camacho Solís, y jamás expresó preocupación, desacuerdo ni mucho menos críticas o condenas a la muerte de más de 400 cuadros del PRD en diversos estados del país. Ese es Ebrard: ha combatido a la izquierda”, recordó.
Narró que Ebrard Casaubón sostiene que el presidente Andrés Manuel López Obrador le debía la candidatura, cuando en realidad es él quien ha abusado y se ha servido con la cuchara grande en el PRD y ahora en Morena, pues cuando fue secretario de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal, fue cesado por el presidente Vicente Fox (en ese tiempo los presidentes podían tomar decisiones de este tipo en el DF), pero rescatado por López Obrador, quien lo salvó del desempleo político y de la estigmatización.
Lo hizo secretario de Desarrollo Social, pero no siguió al tabasqueño cuando abandonó al PRD para fundar Morena. “Marcelo siguió en el PRD y, como lo hizo en el PRI, sólo abandonó al perredismo cuando vio que nada podía darle. Entonces y sólo entonces se acercó a Morena. Y tampoco participó en la fundación del PRD; al contrario, con Manuel Camacho Solís formó el Partido del Centro Democrático, para competirle a la izquierda su clientela electoral”, aseveró Herrera Torres.
El excanciller fue perseguido por el gobierno de Enrique Peña Nieto, por presuntos actos de corrupción en el proyecto de la línea del Metro que se colapsó ya en el gobierno de Claudia Sheinbaum. Se autoexilió en Europa. Y otra vez lo salvó el presidente López Obrador, quien le dio la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y ahora quiere contribuir con los que desean destruir a Morena y la cuarta transformación.
Ayer lunes Ebrard advirtió que si no reponen el proceso que ganó Sheinbaum, saldrá de Morena y que el lunes 18 formará un movimiento nacional, aunque no precisó los objetivos que buscará. “Lo claro es que quiere a toda costa ser candidato presidencial de Morena, a pesar de haber perdido, como lo anticipaban las encuestas desde hace un año. Su problema es que no se pueden fundar partidos para competir por la presidencia el próximo año, lo impiden los tiempos legales, y ya fracasó cuando intentó formar uno. Además de todo eso, es mal agradecido”, concluyó Herrera Torres.