COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
¿PODRÁ SOBREVIIVIR Y PESAR ELECTORALMENTE
EL PRI EN EL ESTADO DE MÉXICO, COMO OPOSITOR?
En la Avenida Vicente Villada, de esta capital mexiquense, junto a uno de los templos más conocidos y concurridos, existe un inmueble ocupado por oficinas de la Secretaría de Educación. Por décadas fue la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional, y era conocido por toda la población toluqueña como el edificio del PRI. Nadie conocía quién era el propietario.
Era parte del patrimonio del gobierno estatal, y su usufructo por parte del partido oficial es una prueba de cómo era imposible distinguir en dónde terminaba la formación política y dónde comenzada el Poder Ejecutivo mexiquense. Los directivos y funcionarios, inclusive empleados formaban parte de la nómina gubernamental, y los vehículos también eran de propiedad pública.
Un buen número de jubilados del ISSEMYM nunca prestaron sus servicios a los poderes estatales, ayuntamientos, organismos autónomos, ni organismos auxiliares: fueron trabajadores del PRI y no pocos fueron “aviadores” que cobraban sin trabajar, recibían aguinaldos, vacaciones y hasta primas vacacionales, además de los servicios médicos del organismo y se jubilaron, porque eran priistas.
El próximo sábado el PRI dejará de gobernar al Estado de México, después de hacerlo durante 94 años con sus actuales siglas y con las del PNR y PRM. En otras entidades federativas ya han tenido alternancia, inclusive con gobiernos del PRI, PAN, MC y hasta de un mandatario “independiente”, como es el caso de Nuevo León o PRI, PAN y PES, como Morelos o PRI, PRD y Morena, como Guerrero.
No obstante, en el Estado de México eso no había ocurrido: el PRI nunca había sido opositor, y por lo tanto, no está acostumbrado a luchar como opositor en esta entidad federativa, la más poblada del país y de mayor presupuesto. Perdió la gubernatura a pesar de los votos del PAN, del PRD y Nueva Alianza, y su clientela electoral se se redujo mucho, a un millón 733 mil votos.
Es su menor votación en lo que va del siglo y con un mayor padrón, lo que se traducirá en una drástica caída de sus prerrogativas, lo que combinado con la cancelación de las posibilidades de obtener dinero de la gubernatura lo coloca en un serio problema para recuperarse electoralmente, pues sus cuadros no están acostumbrados a operar sin abundante dinero. Y si este año aun con un mandatario priista y con el PAN, el PRD y NAEM como aliados no pudo conservar el Estado de México, con poco dinero su futuro parece nebuloso.
Sin dinero, ni condiciones para colocar a personas en la nómina gubernamental, y con una comunidad estatal agraviada por el abandono en que la tuvo, el priismo mexiquense quedó condenado a mantener ese “matrimonio por conveniencia” con el PAN y el PRD, aunque éste último, en lugar de darle, le quita, como lo hace NAEM, que recuperó su registro, aunque todavía puede revocarse esa sentencia.
Aun así, las posibilidades de recuperar al Estado de México parecen nulas; sobre todo, porque para la elección presidencial del próximo año renunció a tener candidato propio y optó por apoyar a la del PAN, por lo que existe la posibilidad de que si se mantiene esa alianza sea un cuadro del PAN el postulado para la gubernatura mexiquense.