*Entre los cargos, su responsabilidad en el contrabando de fentanilo.
De la redacción
El gobierno mexicano entregó hoy a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, a la justicia estadounidense, que lo reclama para juzgarlo en una Corte de Chicago, Illinois, por varios delitos graves, especialmente por la introducción ilegal de fentanilo a territorio de Estados Unidos.
Agentes de la INTERPOL recibieron a Ovidio Guzmán en las instalaciones del penal de alta seguridad del Altiplano, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, de allí fue trasladado al Aeropuerto Internacional de Toluca, de donde fue subido a un avión especial hasta la ciudad sede la Corte que lo reclama.
Opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, a Morena y a la cuarta transformación, acusaban al gobierno mexicano de no querer entregar a Ovidio Guzmán a Estados Unidos por tener un pacto con el “Cartel de Sinaloa”, cuando quien estuvo a su servicio y al del “Cartel de los Beltrán Leyva” fue el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
Por ello está preso en Estados Unidos el ex secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, quien fue el hombre más cercano y poderosísimo funcionario de esa administración.
Ovidio Guzmán corrió la misa suerte que su padre: fue extraditado y enfrentará un juicio penal en el vecino país, después de haber permanecido preso muchos meses.
Lo habían capturado por primera vez en Culiacán, Sinaloa, pero el grupo delictivo al que pertenecía hizo una movilización armada nunca antes presenciada en esa capital sinaloense, lo cual obligó a las autoridades a dejarlo libre, para evitar centenares de muertos en un enfrentamiento.
El gobierno de Joe Biden agradeció al de México por la colaboración para extarditar al detenido, quien demoró su entrega a la justicia del vecino país con una serie de amparos. Su defensa llegó a negar que el presunto narcotraficante reclamado fuera Ovidio Guzmán, sino otro individuo.