*Ex consejeros, supuestamente imparciales, en realidad eran simpatizantes de los partidos.
De la redacción
Los consejeros del IFE siempre tuvieron afinidades partidistas. No fueron ciudadanos cabalmente, como lo muestran algunos ex consejeros, miembros del grupo que se encargó del malogrado proceso de selección de coordinadora del Frente Amplio por México (FAM).
Dos de los integrantes más protagónicos de la Comisión que preparó la contienda interna por la candidatura presidencial opositora, como lo fue de facto la lucha por la citada coordinación, fueron consejeros del antiguo IFE o del INE.
Uno más fue consejero, pero adicionalmente aspirante a esa coordinación, lo cual evidencia que eran militantes de “closet” del PRI y del PAN, y ahora abiertamente opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, a Morena y a la cuarta transformación.
Eso son los casos de los ex consejeros Arturo Sánchez Gutiérrez, quien fue parte del organismo electoral entre el 2014 y 2017 y de afinidad ideológica con el panismo; Marco Antonio Baños García, en el IFE-INE desde el 2008 hasta el 2020, incondicional e impuesto por el priista Manlio Fabio Beltrones.
Más notoria es la carrera de Santiago Creel Miranda, miembro del Consejo General del IFE entre 1994 y 2004. Tataranieto y bisnieto de gobernadores partidarios de Porfirio Díaz, ahora rabioso opositor y aspirante a la coordinación del Frente Amplio, derrotado por Xóchitl Gálvez antes de la fase final del citado proceso electivo.
Después de ser consejero del IFE fue secretario de Gobernación de Vicente Fox Quesada y en esa condición orquestó con su jefe y con Diego Fernández de Cevallos, Carlos Salinas de Gortari y Televisa la embestida contra el entonces líder de la oposición y ahora presidente López Obrador.
Los tres casos son ejemplo claro de que IFE e INE fueron dominados por personajes vinculados al PRI y al PAN y nunca vieron los fraudes o los rebases de topes de gastos de campañas, pero ahora son declarados opositores a la cuarta transformación.
Los dos primeros consejeros mostraron sus afinidades ideológicas en sus actuaciones como consejeros y ahora en la organización de la lucha por la coordinación del FAM, y sus posturas en declaraciones sobre el gobierno del presidente López Obrador.
Creel Miranda fue más allá y perpetró actos antidemocráticos en el ejercicio del poder, para eliminar por la mala como candidato presidencial a López Obrador, aunque su ideología derechista no le ha dado para ganar la candidatura presidencial: ha perdido todos sus intentos. Ahora no pudo ganar la postulación y fue vencido por una mujer de escasa experiencia y carrera política: Xóchitl Gálvez, a quien le organizará su campaña electoral por la presidencia de la República.