*AMLO informa, exhibe mentiras mediáticas; asistentes cuestionan y gestionan.
De la redacción
Con la casi totalidad de los grandes medios informativos convertidos en punta de lanza de la oposición y de la oligarquía, sin las ruedas de prensa mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, los televidentes, radioescuchas y lectores de diarios tendrían una visión del país contraria a la realidad.
Periodistas locales examinaban el tema del fenómeno comunicacional representado por los encuentros de aproximadamente dos horas y medias que de lunes a viernes sostiene el mandatario con los representantes de medios informativos conocidos y desconocidos, incluyendo a los de portales digitales cuya existencia nadie verifica.
El poder fáctico mediático, en otros tempos incuestionable e intocable, es desnudado en sus casi permanentes mentiras 5 días de la semana, con la consiguiente pérdida de credibilidad entre la población en general, pero fortalecidos en el segmento social que no quiere al presidente López Obrador, a Morena y a la cuarta transformación, de acuerdo con la opinión de los informadores profesionales y analistas, expuesta en conocido café del corazón de Toluca.
El mandatario informa de los avances de sus programas de obras públicas, megaproyectos de infraestructura para el desarrollo, anuncia planes, programas y acciones, habla de la situación económica, política, social y seguridad pública, denuncia a jueces, magistrados y ministros cuando fallan en contra del interés público y a favor de presuntos grandes delincuentes y corruptos de cuello blanco.
Los periodistas toluqueños, de quienes no citamos sus nombres, porque no les pedimos autorización para difundir su conversación, destacaron la alta popularidad de la sección “Quién es quién en las mentiras”, a cargo de Elizabeth Vilchis García, esperada con mucho interés cada miércoles, y que irrita a periodistas famosos que difunden mentiras y son exhibidos por una joven mujer desconocida antes de aparecer en las mañaneras.
En el pasado reciente era impensable desmentir a este tipo de periodistas. Los altos funcionarios preferían soportar las calumnias a echárselos de enemigos, lo cual los acostumbró a la impunidad y aumentó su capacidad de intimidación, chantaje y extorsión. Eso les permitió hacerse millonarios, por lo que ahora les irrita que se expongan su manipulación informativa.
En el intercambio de puntos de vista sobre las mañaneras se habló de la democratización plena de los vínculos periodistas-presidente de la República, y destacaron que hasta el 2018 era impensable que periodistas modestos, sin renombre y al servicio de medios informativos de escasa influencia pudieran interrogar directamente en Palacio al presidente en Palacio Nacional.
Coincidieron en destacar la paciencia del presidente López Obrador ante quienes hacen gestiones, dándole voces a quienes no la tienen y buscan solución a sus problemas, pero también a quienes evidentemente cobran por hacer preguntas, cuyas respuestas pueden beneficiar a los que pagan y perjudicar a sus enemigos políticos. Recordaron los casos en que exponen al presidente la no entrega de una tarjeta del bienestar o el de quienes piden que los animales tengan derechos constitucionales en el mismo artículo que contiene los de las personas, como excesos en las mañaneras.