*Quedó completo el gabinete 3 días después de iniciado el sexenio.
De la redacción
El rigor en el análisis de los perfiles profesionales y trayectorias de quienes deberían ocupar las últimas posiciones dentro del gabinete estatal obligó a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez a demorar los 3 primeros días de su sexenio para completar la integración de su equipo de colaboradores más cercanos.
Una revisión a los últimos nombramientos de titulares de secretarías, hechos el martes de la semana pasada, indica que se buscó designar a personas ajenas a los grupos partidistas y sí, interesadas exclusivamente en aportar para el logro de los objetivos de la cuarta transformación en suelo mexiquense.
Esto fue confirmado a “El Espectador” por gente de todas las confianzas de la mandataria. Las fuentes consultadas sostuvieron que se buscó garantizar al ciento por ciento la honestidad y eficacia en el ejercicio de los fondos públicos y el servicio a la población.
Como en este medio informativo se dio a conocer, en el primer paquete de nombramientos de miembros del gabinete estatal estuvieron Horacio Duarte Olivares, en la Secretará General de Gobierno e Higinio Martínez Miranda, en la jefatura de gabinete y proyectos especiales, cargo de nueva creación.
Para las secretarías de Seguridad Pública, Andrés Andrade Téllez; Salud, Macarena Montoya Olvera; Trabajo, Norberto Morales Poblete; Educación, Ciencias, Tecnología e Innovación (que absorbió al Consejo Mexiquense de Ciencias y Tecnología del Estado de México, COMECyT), Miguel Ángel Hernández Espejel.
Para las secretarías de Bienestar, Juan Carlos González Romero; del Campo, María Eugenia Rojano Valdés; Desarrollo Económico, Laura González Hernández; Cultura y Turismo, Nelly Carrasco Godínez; Contraloría, Hilda Salazar Gil; Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Alhely Rubio Arronis.
Como titulares de las secretarías del Agua, Pedro Moctezuma Barragán; de la Mujer, Mónica Chávez Durán; Consejería Jurídica, Jesús George Zamora, quien hasta ese momento era contralor del Instituto Nacional Electoral (INE).
El anuncio el 13 de este mes de la mayor parte de los nombramientos decididos por la entonces todavía gobernadora electa sorprendió por no haber incluido a titulares de tres dependencias de importancia estratégica.
Fueron las secretarías de Finanzas, de Desarrollo Urbano e Infraestructura, y la de Oficialía Mayor, cuyas cabezas son ahora Paulina Moreno García, Carlos Jesús Maza Lara y Trinidad Franco Arpero.
La primera se encarga de cobrar impuestos y derechos, recibir participaciones y aportaciones federales, hacerlas llegar a los ayuntamientos, hacer pagos a proveedores y contratistas y manejar la deuda pública.
La Oficialía Mayor absorbió funciones y responsabilidad que tenía la supersecretaría de Finanzas, y entre sus responsabilidades están el manejo del personal, la contratación de compras y renta de bienes y servicios, incluyendo inmuebles para oficinas del Poder Ejecutivo.
Desarrollo Urbano e Infraestructura, además del trabajo directo en estas materias, entrega contratos a empresas privadas. Las tres dependencias serán claves, junto con la Contraloría, en la lucha contra la corrupción e ineficacia, y por ello las designaciones demoraron, lo cual nunca había ocurrido en los cambios de gobernadores.