COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
MORENA, EN RIESGO DE DILUIR SUS OBJETIVOS DE LA
TRANSFORMACIÓN, POR RECIBIR A IMPRESENTABLES
En los partidos políticos tradicionales, aun en los más corruptos, existen militantes y cuadros honestos y valiosos. Generalmente son los que nunca son tomados en cuenta, precisamente, porque su honestidad estorba a los corruptos encumbrados. Es normal que este tipo de políticos hayan decidido afiliarse a Morena, porque consideran que en ese partido pueden encontrar oportunidades de desarrollo en la actividad que les apasiona.
De hecho, son quienes en las elecciones votan, junto con ciudadanos sin partido, por los candidatos del morenismo y los llevan al triunfo, porque la militancia de Morena no es numerosa, como son los sufragios que recibe. Sus abanderados reciben el respaldo en las urnas de miembros de otros partidos o de personas sin partido. En estas condiciones, abandonar las filas de sus partidos y afiliarse a Morena es un paso natural, y fortalecen al partido en el poder.
No obstante, hay otros personajes impresentables y que en forma cínica y oportunista, después de convencerse de que el PRI, el PRD o el PAN no ofrecen ya posibilidades de ocupar importantes espacios de poder, se están afiliando a Morena, directamente o por la puerta lateral, representada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), uno de los dos partidos aliados al Movimiento de Regeneración Nacional, que recibe a quienes no quieren aparecer muy obvios, y buscan llegar a recibir el apoyo de éste partido, dentro de la alianza “Juntos hacemos historia”.
Este tipo de políticos priistas y panistas no tienen afinidad ideológica, ni con los objetivos de la cuarta transformación. Buscan su beneficio personal, que no pueden lograr ya en sus anteriores partidos, y su presencia en Morena nada positivo aportará, pero este tipo de políticos oportunistas no son quienes pueden hacer más daños a Morena, porque quienes pueden llegar a diluir ideológicamente a ese partido, desvirtuar y hasta pervertir sus objetivos estratégicos son los que deliberadamente se infiltran en las filas morenistas para debilitarlas y anularlas desde adentro, como lo hicieron en suelo mexiquense en 2018 los panistas que disfrazados de cuadros de Morena le hicieron mucho daño al partido guinda en Naucalpan, Zinacantepec, Atizapán de Zaragoza, Toluca y Metepec.
Con dolo; es decir, deliberadamente, hicieron gobiernos desastrosos para desprestigiar a Morena, con cuya ideología no comulgan, sino son contrarios a ella y sus causas. Fueron eficaces en su encomienda de dañar al morenismo en esos importantes municipios, porque lo desprestigiaron, le hicieron perder la confianza ciudadana, como lo prueba el hecho de que hayan perdido en forma estrepitosa cuando buscaron reelegirse. Les importaba minar las bases sociales de Morena.
Eso quedó demostrado igualmente con los resultados de la elección de gobernadora el 4 de junio. La actual mandataria ganó en Cuautitlán Izcalli, municipios de donde es su adversaria Alejandra del Moral Vela; Lerma, cuna del dirigente estatal del PRI, Eric Sevilla Montes de Oca; Santiago Tianguistenco, tierra natal de Carlos Hank González; y Atlacomulco, de donde han surgido varios gobernadores, pero perdió en los municipios en donde los panistas disfrazados de morenistas dejaron desprestigiado al morenismo, precisamente porque los mandos de Morena fueron descuidados y facilitaron la infiltración.
Esos intentos son visibles nuevamente. Oportunistas buscan ingresar al morenismo, pero también hay quienes tratan de ingresar al partido en el poder para debilitarlo, desprestigiarlo, restarle respaldo social, diluirlo, anularlo y generar las condiciones que hagan posible la recuperación de la presidencia de la República por parte de los brazos electorales de la ultraderecha empresarial, no en el 2024, pero sí en el 2030, en un riesgo real, que no lo representan los partidos opositores, sino el alud de quienes están infiltrando al partido guinda con ese propósito
