*Criticó la hipocresía de occidente, que condena el caso Ucrania y no el de Palestina.
De la redacción
Los intereses geopolíticos de occidente y la posición contradictoria de sus países, con Estados Unidos a la cabeza, que condena la invasión de Rusia a Ucrania, pero guarda silencio en un caso igual de grave de violación a las leyes internacionales: el despojo y genocidio que perpetra Israel contra el pueblo palestino, fue condenado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Esos intereses silenciaron en los medios informativos de Europa, Estados Unidos y América Latina la denuncia del mandatario colombiano. Y ese ocultamiento del discurso persiste a varias semanas de pronunciado.
Ya quedó en el olvido, a pesar de que el mensaje y crítica severa la hizo Gustavo Petro en la última asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su sede de Nueva York, ante más de 160 presidentes y jefes de Estado del mundo.
Los medios informativos occidentales todavía reflexionan sobre el contenido del discurso del mandatario ucraniano, pronunciado en la misma Asamblea General del ONU y su reclamo de más ayuda en armamento para hacer frente a las tropas rusas.
No obstante, el símil que Gustavo Petro hizo entre la invasión rusa a Ucrania y el despojo de territorios y masacres de Israel contra el pueblo palestino, no mereció atención. Silenciaron su crítica, según un seguimiento de “El Espectador”.
El mandatario colombiano sostuvo que Rusia justifica su invasión a Ucrania por razones de seguridad e integridad territorial, precisamente las mismas razones que esgrime Israel para atacar al pueblo palestino.
No obstante, los países occidentales han entregado a Volodimir Zelensky más de 150 mil millones de dólares en armamento, mientras permiten la impunidad del despojo de territorios palestinos y la guerra de exterminio que Israel sostiene.
Las condenas a Israel de parte de varias asambleas generales del máximo tribunal multilateral del planeta han sido vetadas por Estados Unidos y le confieren razón al Estado israelí de atacar a su vecino, por razones de seguridad.
Gustavo Petro condenó esta contradicción, pero los grandes medios informativos de occidente soslayaron su discurso, en una posición claramente facciosa, de defensa a los intereses geopolíticos de Estados Unidos en el mundo y de su aliado, el Estado israelí, y de condena a Rusia por el “Caso Ucrania”.
Zelensky, quien tiene mucha culpa de la invasión rusa a su país, por pretender incorporar a Ucrania a la OTAN, lo que le hubiera permitido a Estados Unidos emplazar armamento nuclear a unos metros del territorio ruso, se sintió con autoridad para exigir la expulsión de ésta del Consejo de Seguridad y acusó a la propia ONU de no ser más enérgica en la demanda de que las fuerzas invasoras salgan del territorio ucraniano.
Su discurso tuvo excesiva difusión, mientras el de Gustavo Petro fue silenciado deliberadamente, por examinar el caso palestino.
