COORDENADAS POLÍTICAS
MACARIO LOZANO R.
TERRORISMO Y TERRORISMO DE ESTADO NO PERMITIRÁN
SOLUCIÓN PACÍFICA AL CONFLICTO ISRAELÍ-PALESTINO
Ninguna causa, por válida que sea, justifica la muerte de civiles pacíficos, ajenos a las armas, como ocurrió el sábado con los actos terroristas de Hamás contra la población judía. Son acciones y resultados condenables, pero tampoco puede justificarse la matanza de civiles palestinos en la Franja de Gaza, por parte del ejército del Estado Judío. No hay masacres de civiles buenas y masacres de civiles malas, como el enfoque maniqueísta en el análisis de lo que está ocurriendo en esa región del mundo lo presenta.
Las atrocidades fueron de las dos partes: terrorismo como reprobable instrumento de lucha de Hamás; y atrocidades del terrorismo de Estado de Israel, así haya sido en represalia por lo ocurrido el sábado. En ambos casos estuvo ausente el humanismo y hubieron violaciones graves a los derechos humanos de las víctimas.
Estas masacres, por otra parte, hicieron olvidar que los trágicos, lamentables y condenables actos de barbarie tienen como origen, por un lado, el nulificado derecho del pueblo palestino a contar con un territorio propio, soberano y pleno; por el otro, el derecho de Israel a su seguridad, como el que tienen y deben disfrutar todas las naciones del mundo. La violencia terrorista simple y la violencia terrorista de Estado no ayudan al logro de esos objetivos estratégicos.
El objetivo de 1947 de la lucha de los palestinos; sobre todo, por sus organizaciones menos radicales que Hamás, fue inicialmente la destrucción del Estado Judío, pero después la Organización para la Liberación de Palestina (OPL) y la hegemónica Al Fatah, de Yasir Arafat, renunciaron a esa meta y se enfocaron a luchar por un Estado Palestino como se previó en el acuerdo de la ONU para crear un Estado Judío y otro árabe palestino en territorios del Mandato Británico de Palestina, con un estatus autónomo de Jerusalén, administrada por la propia organización multilateral.
Se suponía que ambas naciones convivirían en paz, pero resultó todo lo contrario, y en 1948 comenzaron las hostilidades, con la declaración de guerra de los países árabes a Israel y el incumplimiento de un Estado Palestino pleno, que no existe con estas características. Aun con la retirada de Israel de los territorios ocupados, en el caso de Cisjornania, pero sobre todo la Franja de Gaza, tiene el control del espacio área del territorio costero. No hay nación palestina, y el Estado Judío ni siquiera acepta que ocupa territorios, porque sostiene que eso solo aplica cuando se ocupa militarmente un territorio que tenía previa soberanía, lo cual no ocurre con las tierras de Palestina, y ahora nuevamente al terrorismo de un grupo palestino responde con un terrorismo de Estado, y lo silencia occidente, con Estados Unidos a la cabeza.
La ONU y las grandes potencias no han cumplido con la creación de un verdadero Estado Palestino, y deben hacerlo, aun con tanta demora. De lo contrario, la seguridad que reclama Israel sólo podrá lograrla con la destrucción total de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén del Este, porque se repetirán actos terroristas de Hamás y la respuesta del terrorismo de Estado por parte del Israel, quien cuenta con el respaldo de las potencias occidentales que lidera Estados Unidos, pues es una especie de instrumento de su geopolítica en esa inestable región del planeta.
Esas potencias pueden contribuir mediante negociaciones y la diplomacia ponerle fin a la confrontación Israel-Palestina. A pesar de tantas masacres pueden generarse espacios para el trabajo de búsqueda de solución pacífica y duradera, en beneficio de los directamente involucrados y de la paz mundial.