*Prepotencia y groserías de Ricardo Salinas Pliego se contagiaron a sus empleados.
De la redacción
La prepotencia, soberbia, groserías y falta de respeto hacia las personas e instituciones, características del comportamiento Ricardo Salinas Pliego, la contagió ya a la mayoría de sus empleados de sus cadenas de tiendsa, que operan como banco.
En todo el país, familiares de los migrantes que envían sus remesas por Elektra, se quejan del mal trato que reciben del personal al servicio del magnate, dueño también de la cadena televisiva Televisión Azteca.
La primera arbitrariedad consiste en que los empleados tratan a quienes acuden a recibir dinero como si fueran limosneros. Déspotas, como es Salinas Pliego, llegan a negar que hayan recibido las remesas reclamadas.
Estos envíos llegan de inmediato, porque son transferencias electrónicas, y no pueden aducir los de Elektra que, 4 ó 5 días después de que los familiares de migrantes reciben los comprobantes del depósito, el dinero no está disponible en la citada intermediaria.
Lo peor ocurre cuando exigen como condición para entregar las remesas que abran una cuenta en el banco de Salinas Pliego, que operan en las propias tiendas Elektra, a donde llega el dinero enviado.
Los empleados oponen mucha resistencia para entregar las remesas y se molestan cuando les dicen que no tienen la obligación de abrir una cuenta, porque de lo que se trata es simplemente de cobrar el dinero que es suyo y está en la intermediaria.
Los requisitos para sacar las remesas son sencillos: mostrar el avisto del envío, con el folio correspondiente y acreditar la identidad del beneficiario con un documento oficial, como la credencial de elector.
Esto ocurre desde Sonora hasta Yucatán, desde el golfo hasta el pacífico. La prepotencia, soberbia, arbitrariedad, actitud irrespetuosa y ofensiva de Ricardo Salinas Pliego permeó entre sus empleados engargados de entregar las remesas.
Otro problema en contra de los intereses de los familiares de los migrantes es el tipo de cambo; es decir, la paridad peso-dólares. Elektra es de las que menos pesos dan por dólar, pero extrañamente no es lo que irrita a los beneficiarios de las remesas, sino el mal trato que le da el personal del dueño de Televisión Azteca.
De acuerdo con los afectados entrevistados, el Banco Azteca y Elektra abusan, porque tienen sucursales en muchas ciudades del país y es más fácil acudir por el dinero, lo que esperan que termine con las sucursales del Banco del Bienestar.
Mientras tanto, deben soportar los malos tratos de los empleados, a quienes Salinas Pliego les contagió su prepotencia y despotismo.
