*Coahuila es el último estado en su poder: ahora lo cobernará con el PAN y PRD.
De la redacción
En un mes y tres semanas más el PRI dejará de gobernar estado alguno de la República: terminará su etapa de partido gobernante en las entidades federales cuando el 30 de noviembre concluya su período constitucional Miguel Ángel Riquelme como mandatario de Coahuila.
Es la última entidad federativa en su poder, después de la pérdida del Estado de México, de acuerdo con un análisis de “El Espectador” a su posición política, electoral e institucional y en la correlación de fuerzas interpartidistas.
Riquelme será sustituido por su correligionario Manolo Jiménez, pero el tricolor no gobernará sólo, sino cogobernara con sus antes adversarios ideológicos: el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El primero le disputó el poder durante 84 años; el segundo, durante 34, pero tanto el tricolor como el partido del sol azteca se derechizaron y se acercaron hasta colocarse en la misma posición ideológica conservadora del pannismo.
Los tres partidos fueron derrotados el 4 de junio pasado en la elección de gobernadora del Estado de México, donde el PRI era gobernante, como lo es todavía en Coahuila y lo será todavía por muy corto tiempo.
Después de ser partido casi único y considerado “de Estado”, el PRI cogobierna Durango y Aguascalientes y ocurrirá lo mismo en Coahuila. Ya no le quedará ningún Estado que controle en solitario. Y en conjunto con sus antes rivales, tendrá mucho menos gobernados que el Movimiento Ciudadano (MC).
Su aliado, el PAN, es gobierno en Chihuahua, Querétaro, Guanajuato y Yucatán, y cogobierno en las entidades que ganó en alianza con el PRI y el PRD.
El Partido Revolucionario Institucional llegó a tener en su poder a todos los Estados y territorios federales (Quintana Roo y Baja California Sur no eran Estados), y a lo que ahora es la Ciudad de México, hasta que en 1989 casi le regaló al PAN Baja California. Y ahora, a partir de diciembre próximo, nada de eso le quedará.
En cuanto va de este siglo perdió tres veces la presidencia de la República: dos frente al PAN y una frente a Morena, con casos lamentables en elecciones de gobernadoras y gobernadores en donde quedó en tercer lugar, como ocurrió en Campeche en el 2024.
En esa última entidad Alejandro Moreno Cárdenas era gobernador con licencia, además de ser su dirigente nacional y el candidato era sobrino suyo, y contó con los votos del PAN y el PRD. Pero superado también por el Movimiento Ciudadano.
Con la derrota frente a Morena el primer domingo de junio de este año, el PRI fue desplazado de su principal bastión, pues logró como partido (al margen de los votos de su alianza) más de un millón 730 mil sufragios, mientras en la Ciudad de México, la del segundo padrón más alto en del país, su clientela electoral no llega a los 700 mil: sumó exactamente 673 mil en 2018. Y no gobernará en solitario ni una sola entidad federativa, además de estar obligado a andar de la mano con el PAN.