*No logró la diferencia necesaria para evitar una segunda vuelta.
De la redacción
Fracasaron los pronósticos de los analistas políticos internacionales y los de la propia Argentina: el ultraderechista Javier Milei, del partido “La Libertad Avanza” no ganó la elección presidencial de ayer, ni siquiera quedó en primer lugar, como todos lo pronosticaban. Pasó en segundo lugar a la segunda vuelta, en donde se decidirá el cargo, porque ningún candidato llegó al 45 por ciento, o al 40 de la votación con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo lugar, las dos formas para evitar lo que allá se conoce como “balotaje”.
La elección la ganó el oficialista Sergio Massa, un centroizquierdista surgido del peronismo moderado, del partido Unión por la Patria, de quien expertos en el tema consideraban que nunca llegaría a la segunda vuelta, programada a efectuarse el 19 de noviembre próximo en caso de ser necesaria. Si gana en esa fecha, asumirá el cargo el 10 de diciembre siguiente y cargará con el peso de las difíciles condiciones económicas que padecen los argentinos, las cuales conoce bien pues era ministro de economía.
Argentina padece una inflación este año del 138 por ciento, devaluación del peso, una pesada deuda pública heredada del presidente ultraconservador Mauricio Macri, que en 4 años la incrementó en más de 100 mil millones de dólares, y que los grandes medios informativos argentino no recuerdan y presentan la situación como producto de una mala gestión del presidente Alberto Fernández.
Sergio Massa se alzó con la vitoria con 36.2 por ciento de la votación, por 30.3 de Milei, un político producto de la televisión, ultraderechista, que anunció en su campaña que desaparecería 11 ministerios, el Banco Central y dolarizaría la economía. Entre las dependencias que suprimirá destacan las de Salud, Educación, Desarrollo Social, Cultura, Medio ambiente, Obras públicas y la que atiende a las mujeres y turismo.
No obstante su triunfo holgado, el resultado coloca a Massa en un escenario complicado para la segunda vuelta, porque el tercer lugar lo ganó la derechista Patricia Bullrich, con el 23.7 por ciento, y es altamente probable que sus seguidores apoyen a Milei en la segunda vuelta, lo cual colocará al oficialismo en un reto descomunal para conservar el poder. De cualquier manera, los pronósticos de que Massa no pasaría a la segunda vuelta fracasaron, porque el ex ministro de Economía Alberto Fernández ganó la primera vuelta, lo cual nadie esperaba; mientras Milei, señalado como favorito, quedó muy lejos de ganar la presidencia en la primera vuelta.