*La izquierda ganó la primera vuelta, pero puede perder la segunda.
De la redacción
Javier Milei, una especie de Xóchitl, versión argentina, pero mucho más ultraderechista, no pudo ganar la presidencia de la República en primera vuelta, fue derrotado y quedó en segundo lugar, como candidato de La Libertad Avanza.
Hizo estallar y dejar mal parados a los analistas que adelantaron su triunfo en la elección del domingo 22 de este mes con un porcentaje suficiente para evitar la segunda vuelta o “balotaje”, como allá le dicen.
Fracasó en su intento, fue vencido por Sergio Massa, el oficialista candidato del partido “Unión por la Patria”, por el 36.68 por ciento contra 29.98 por ciento. De todos modos pasó a la segunda vuelta, a disputarse el 19 del próximo mes. Y quien gane asumirá el cargo el 10 de diciembre.
De acuerdo con un análisis de colaboradores de “El Espectador”, aun con la derrota del ultraderechista y neoliberal extremista evidenció que la derecha y ultraderecha argentinas disponen de amplio apoyo popular, porque al porcentaje de votos obtenido por Milei debe agregarse el 23.7 por ciento de la derechista Patricia Bullrich, abanderada de Juntos por el Cambio.
Las cartas de la ultraderecha y la derecha, en conjunto sumaron más del 53 por ciento, por ello y si el electorado argentino, agobiado por la crisis económica, la inflación del 138 por ciento y alta tasa de desempleo, no actúa con prudencia, el triunfo de la izquierda el próximo mes no estará seguro.
El triunfo del derechista Daniel Noboa en la reciente elección presidencial de Ecuador sobre la izquierdista Luisa González envalentonó a la derecha y ultraderecha argentinas y a sus hermanadas corrientes ideológicas mexicanas, que esperaban un triunfo arrollador de Milei en la primera vuelta, para beneficiarse de una especie de contagioso entusiasmo por sus causas.
Acá, en México, la ultraderecha la integra un reducido segmento de los dueños de la riqueza. Tiene mucho dinero pero carece de votantes. Así ha sido desde siempre; sin embargo, ahora tiene a su disposición a las clientelas electorales del PRI, PAN y PRD.
No obstante, el desprestigio de estos partidos y su condición de perdedores netos: en 5 años perdieron la presidencia de la República, la mayoría en las dos cámaras del Congreso de la Unión y 23 gubernaturas, la mexiquense entre ellas, no permite esperar grandes resultados favorables en las urnas el primer domingo de junio del próximo año, gane o pierda Javier Milei el 19 de noviembre en Argentina.
En ese país la derecha y la ultraderecha tienen muchos electores, y pueden complicarle a la izquierda su lucha por conservar la presidencia de la República. En forma paradójica, la crisis económica que afecta a Sergio Massa como candidato fue generada por el ultraderechista Mauricio Macri, en cuyo gobierno Bullrich fue ministra de Seguridad, pero los medios informativos atribuyen la culpa a la izquierda y particularmente a su candidato, porque fue ministro de hacienda.